Todo en
orden
“En el
principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios
se movía sobre la faz de las aguas.” Génesis 1:1-2
Es increíble
ver a Dios en el principio dándole orden a toda la tierra, separando lo que
debía ir de esta forma y llenando lo que antes estaba vacío. Pensando en esto
recordé cómo en la actualidad no estamos tan alejados de este concepto de
orden, pues ¿cuántos “influencer” vemos a lo largo de las redes sociales
compartiendo videos de organización, impulsándonos a seguir las tendencias de
orden?, muchos. Pensaremos ¿un devocional dedicado al orden?, pero ¿por qué
esto es importante? Pues bien, el vivir en orden es fundamental para cualquier
área de nuestra vida: laboral, familiar, personal y hasta espiritual. Miremos
algunos ejemplos:
En Hechos
6:2 los discípulos del Señor concluyen que es necesario poner orden al
Ministerio, pues no todos se pueden dedicar a lo mismo; por ende, cada uno debe
tener su responsabilidad bien definida para que todo se pueda llevar a cabo,
tanto la predicación como el servicio.
En
Proverbios 24:30-32 un hombre sabio, al pasar por el campo de un hombre
perezoso, nos insta, al ver este mal ejemplo, a que pongamos orden a nuestra
casa, pues este perezoso se había acostumbrado a vivir en un hogar lleno de
espinos, ortigas y con la cerca de piedra destruida.
Y cómo no
mencionar a nuestro Señor Jesús, quien llegando al Templo y al ver en lo que
habían convertido la casa de Dios, termina echando fuera a todos aquellos
mercaderes que no deberían estar ahí (Marcos 11:15-17).
Como vemos
Dios es un Dios de orden y nos está recordando que no solo lo que está en
nuestro hogar necesita ser ordenado (cuartos, cocina, finanzas, educación de
nuestros hijos, entre otros), sino que también hay algo bastante importante a
lo cual debemos prestarle atención, nuestra área espiritual.
De tu casa
dirás: «está todo en orden», pero ¿de tu área espiritual podrías decir lo
mismo?, ¿mi mente y corazón están limpios y en orden? Si no es así, pidámosle
al Espíritu Santo que nos ayude para que todo lo que hagamos lo hagamos
decentemente y con orden (1 Corintios 14:40).
Oración.
«Padre
examina todo mi ser y muéstrame si hay maldad en mí o si existe alguna otra
cosa que no te agrade para sacarlo de mi vida, pues solo quiero dejar en mi
corazón todo aquello que a ti te exalte, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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