Predica en
este tiempo de oscuridad
“Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. 2 Timoteo 2:15
“Que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. 2 Timoteo 4:2
Pablo
escribió esta epístola alrededor del año 67 d.C. Había sido arrestado
anteriormente en Jerusalén, había sido llevado a Roma y pasó tres años en la
cárcel, yendo a juicios con diferentes gobernadores romanos. Más adelante fue
liberado de la prisión entre los años 64 al 67 d.C. Fue durante ese tiempo que
escribió la primera epístola a su discípulo Timoteo y a Tito desde Macedonia.
En el año 67 Pablo fue detenido nuevamente. Fue decapitado en Roma en el año 68
d.C. y antes de su muerte escribió la segunda epístola a Timoteo.
Los dos
versículos que resumen el tema y establecen el tono de esta segunda carta son
los que vemos en la lectura de hoy y enfatizan la lealtad a Dios y a su
Palabra, lealtad en medio del sufrimiento, lealtad en el servicio, lealtad en
medio de la apostasía, reconociendo que Dios es fiel siempre, con aquellos que
no lo abandonan y son fieles a Él. Pablo lo expresó de esta manera en 2 Timoteo
4:17-18 “Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí
fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado
de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará
para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”.
Las palabras
que una persona pronuncia antes de su muerte son de vital importancia, esto es
lo que le otorga gran significado a esta epístola, porque es el mensaje final
del apóstol Pablo y aunque se nota un deje de tristeza también expresa su
triunfo en 2 Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera,
he guardado la fe”, este es su epitafio, pues fue la última carta que escribió.
En esta
epístola Pablo presagiaba un tiempo oscuro, la apostasía que vendría sobre el
mundo y la iglesia. Y es lo que estamos viendo en este momento, un abandono
total de los principios de Dios. Hoy más que nunca reina la herejía y lo más
triste aun, muchos que conocieron las verdades del evangelio ahora lo repudian,
esta época en que estamos viviendo casi hará desaparecer la fe en la tierra,
como lo expresó Jesús en Lucas 18:8b “Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿hallará fe en la tierra?” lamentablemente no.
Nos
encontramos ahora en medio de la apostasía, que encaja detalladamente con las
palabras del apóstol en esta carta. Por eso ahora más que nunca la iglesia debe
ser más visible de lo que es y seguir el consejo que Pablo le dio a su
discípulo Timoteo, usar bien la palabra de verdad y predicar a tiempo y fuera
de tiempo, para que muchos lleguen a Cristo. Sabemos que no habrá una
conversión total de la humanidad, que su iglesia será arrebatada, 1
Tesalonicenses 4:15-17 y habrá un total abandono de la fe de los que queden en
la tierra, 2 Timoteo 3:13.
Por eso, con
más ahínco hoy debemos predicar el evangelio de la gracia de Dios. La gracia de
Dios por medio de Jesucristo, es el camino para transformar y salvar a la
humanidad. Oración.
«Padre
celestial, me acerco a ti con humildad y gratitud por tu fidelidad y porque
siempre estás conmigo, en estos tiempos donde la fe en ti está casi
desapareciendo, ayúdame a permanecer firme, a presentarme con diligencia como
un obrero de Dios que no tiene de qué avergonzarse y que usa bien tu palabra de
verdad. Ayúdame a predicar a tiempo y fuera de tiempo, en medio de la oscuridad
de este mundo, deseando lo que tu deseas, que todos los hombres sean salvos y
lleguen al conocimiento de tu verdad, 1 Timoteo 2:4. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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