Busca la
libertad en Dios
“Oíd palabra
de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la
tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la
tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio
tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará
todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los
peces del mar morirán”. Oseas 4:1-3
“Mi pueblo
fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu
Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6
Este pasaje
refleja la triste realidad del mundo de hoy, lamentablemente los seres humanos
se han olvidado de los mandamientos de Dios, aún más, hay un total
desconocimiento de ellos, su amor no está puesto en Dios, sino en sí mismos y
en las cosas del mundo. Tenemos que entender que aquello que llega a ser
nuestro amor más grande en esta tierra, es aquello que servimos y adoramos.
Este pasaje
provee una ilustración de lo que Jesús dijo acerca del pecado en Juan 8:34-36
“Jesús les respondió: De cierto,de cierto os digo,que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre;
el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres”; los que pecan son esclavos del pecado y terminarán
arruinando sus vidas, además de su falta de conocimiento de Dios, que los lleva
a la esclavitud y a la perdición. Por lo tanto, es decisión de cada uno vivir
bajo la guía del Espíritu o seguir siendo esclavos del pecado y sus
consecuencias.
Oseas 1:1
nos recuerda que todo lo que dice el profeta, es la Palabra que Dios le ha dado
y es un llamamiento para que su pueblo escuche y responda por sus pecados y
proceda al arrepentimiento, antes de que venga su juicio sobre la tierra.
La acusación
que trae es grave: en la tierra se ha roto el pacto con Dios, no hay verdad, la
confiabilidad y fidelidad se ha perdido en las relaciones personales, tanto en
acciones como en palabras, fallándole a Dios y a otros. No hay lealtad, ya no
hay amor recíproco mostrándose leal en cada situación, sin embargo, Dios sigue
dándonos su amor inmerecido a pesar de nosotros. En cuanto al pacto con Él, no
se ve el amor leal que debemos expresarle en obediencia a sus mandamientos,
cada día vemos más de lo que dice Oseas 4:2 “Perjurar, mentir, matar, hurtar y
adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden”.
No hay
conocimiento de Dios, así lo expresa Oseas 4:6 “mi pueblo fue destruido, porque
le faltó conocimiento”, si no conocemos a Dios, no podremos tener una relación
íntima con Él que incluya saber la voluntad revelada por su palabra, la
comunión personal y también el reconocimiento de su soberanía absoluta. Él es
el “gran rey”, el Soberano de las naciones, conforme al pacto que estableció
desde la antigüedad.
Con los Diez
Mandamientos como la base, Oseas muestra el camino a la destrucción: en lugar
de verdad se ve perjurar, engañar y falsear; en vez de lealtad se ve, asesinar,
robar y adulterar; finalmente, en lugar del conocimiento de Dios se ven los
hechos de sangre y adoración a ídolos violando así todos los mandamientos
establecidos por el Señor; esto es prueba de la falta de conocimiento de Dios y
su Palabra, hoy persiste la ignorancia espiritual y siguen creciendo todos
estos actos de violencia, desamor y falta de misericordia en el mundo. La
sentencia futura ante la responsabilidad del pecado es que la tierra está en
duelo, desfallecerá y morirá.
Hoy más que
nunca, Dios necesita Oseas que se levanten a proclamar el evangelio de
salvación, a revelar el amor de Jesús, para que los hombres se vuelvan en
arrepentimiento, le busquen y le conozcan para actuar en misericordia, en
justicia y en verdad, sólo así vendrá la anhelada libertad que todos queremos. Oración.
«Amado Dios,
no puedo ser ajeno a la realidad que vivo, hoy más que nunca se ve reflejado la
falta de conocimiento de tu Palabra, la desobediencia a todos tus mandamientos;
no hay verdad, ni lealtad entre los seres humanos y mucho menos hacia ti, por
eso, así como Oseas, quiero ser ese instrumento que proclame tu verdad y el
amor de Cristo, que es el Único que puede transformar y liberar los corazones.
En Cristo Jesús, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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