Las promesas
para el que es fiel
“Por cuanto
has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de
la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran
sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y
el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo”. Apocalipsis 3:10-12
La promesa
de Cristo resucitado en este pasaje del apocalipsis es que todos los que
guardan sus mandamientos serán guardados, porque la lealtad tiene su recompensa
segura. La “Palabra de mi paciencia”, habla de la clase de resistencia que
Jesús vivió en su vida terrenal, la resistencia de Jesucristo es algo que
tenemos que aprender y que suple tres cosas en nosotros: nos provee un ejemplo,
nos aporta una inspiración, nos da valentía para resistir los tiempos de
prueba.
Por eso
debemos caminar mirándolo a Él, que por el gozo que fue puesto delante de Él
soportó la cruz y la vergüenza del calvario, Hebreos 12:1, si Él pudo dejar
todo a un lado para centrarse en salvarnos, porque no dejamos a un lado la
vergüenza que nos da decir que somos cristianos y compartir con otros el
evangelio de salvación, entendiendo que Él nos da la entereza para resistir
nuestras batallas mientras estemos en esta tierra, en Hebreos 2:18 dice: “Pues
en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que
son tentados”. El que es fiel a Cristo estará a salvo bajo su protección.
En el
versículo 11 se combinan la advertencia y la promesa, el Señor nos promete
venir pronto, por eso no podemos estar desapercibidos, porque Él vendrá como
ladrón en la noche y tendremos que dar cuenta de nuestras acciones al que viene
a juzgar a vivos y a muertos, 1 Pedro 4:5. También es un aliciente para todos
aquellos que han sido fieles pero que siguen sufriendo, porque pronto llegará
el final de sus angustias. Hebreos 10:37 “Porque aún un poquito, y el que ha de
venir vendrá, y no tardará”, nos exhorta a ser pacientes porque muy pronto
regresará nuestro amado Jesús.
El Cristo
resucitado le dice a la iglesia de Filadelfia que retengan lo que tienen, para
que nadie les prive de su corona. Por eso hay que guardar el evangelio, que
enseña la paciencia y perseverancia en la expectativa de su venida, Gálatas 1:9
“Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”. Cristo ahora está
esperando con paciencia, hasta que el usurpador sea arrojado fuera y todos sus
enemigos sean puestos por estrado de sus pies, así también nosotros, su
iglesia, debemos soportar este tiempo hasta recibir el gozo que se nos ha
prometido en el reino venidero.
El Señor
premia la fidelidad, el fiel será un pilar en el templo de Dios, un pilar de la
iglesia, un soporte grande y honorable, ya no vivirá en inseguridad, se da la
promesa de estabilidad serena en la paz que Jesucristo provee. Es una vida de
bondad inalterable que disfrutaremos, después de tantas luchas en la tierra
cuando estemos en su majestuosa presencia.
El Cristo
Resucitado escribirá en el cristiano fiel el nombre de Dios, el nombre de la
nueva Jerusalén y su propio nombre nuevo, haciendo referencia a que en la
antigüedad cuando moría un sacerdote después de una larga vida de fidelidad, se
le honraba erigiendo un nuevo pilar en el templo en el que hubiera servido e
inscribiendo su nombre y el de su padre en él. Así es que esto podría referirse
al honor permanente que confiere Cristo a sus fieles servidores. El sentido es
que los fieles llevarán la señal inconfundible de pertenecer a Dios y de la
ciudadanía de Jerusalén, la ciudad donde habita su presencia. Oración.
«Gracias mi
amado Señor, porque hasta ahora no has dejado de cumplir tu Palabra, quiero ser
fiel hasta el fin, y así, disfrutar de esas promesas que has guardado para el
que permanece en fidelidad, mi residencia futura será la nueva Jerusalén, donde
estaré siempre en tu Presencia Santa, tendré una ciudadanía en el reino futuro,
todo será nuevo, puro y seguro. ¡Gloria a ti Señor!, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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