Jesús es mi estandarte
“Y Moisés
edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi” Éxodo 17:15
“Acontecerá
en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los
pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa”. Isaías
11:10
Jehová- nisi
en el hebreo es traducido como bandera, estandarte, pendón, señal, símbolo. En
el diccionario de la lengua española es una insignia distintiva de los
regimientos, batallones o agrupaciones militares; una bandera colgada de una hasta
que representa a una institución, grupo o nación; y si esta se alza significa
un triunfo.
Recordemos
en la batalla contra Amalec que cuando Moisés alzaba sus brazos, Israel
prevalecía; cuando los bajaba, Amalec avanzaba. Cuando Aarón y Hur se dieron
cuenta de esto, le sostuvieron las manos a Moisés hasta acabar la batalla. Ese
día Dios les dio la victoria y en agradecimiento, Moisés edificó un altar y lo
llamó Jehová-nisi diciendo con esto que Jehová era su bandera, su estandarte
mostrando que el Señor le había dado la victoria frente a su enemigo.
En lo
espiritual Jesús es nuestro pendón, nuestro estandarte y su señal es de victoria,
fue alzado en la cruz, venciendo al enemigo de nuestras almas. Dios mismo lo
elevó como estandarte ante toda la humanidad, cumpliéndose así, las palabras
que Jesús dijo en Juan 12:32-33 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos
atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir”.
Una señal visible para muchos. La muerte de Cristo en la cruz sería un
atractivo al mundo, y lo sigue siendo porque muchos hemos sido atraídos a Él
por su sacrificio redentor.
La cruz
llegaría a ser como un imán que tiene un poder atrayente, un poder magnético,
que atrae a algunos, pero no tiene efecto en otros. En la cruz Jesús atraería a
todos, indicando la iniciativa de Dios para llevar la salvación a todo el
mundo, llegando hasta los gentiles. Aún dos milenios después de ser levantado
de la tierra, el Cristo crucificado sigue atrayendo millares a la fe en Él como
el Salvador del mundo. El poder atrayente de la cruz se debe al hecho de que
Dios reveló su amor a través de su Hijo Jesucristo, dándolo en propiciación por
nuestros pecados, Romanos 5:8.
Jesús es el
estandarte de salvación para el mundo entero. Debemos aferrarnos a Él, puesto
que también enfrentamos batallas diariamente, luchando contra el sistema de
este mundo, que nos quiere apartar de la presencia de Dios, contra los malos
deseos de nuestra vieja naturaleza y contra Satanás, nuestro enemigo, que
quiere hacernos sentir esclavos del pecado. Hoy necesitamos ampararnos bajo la
bandera de Cristo quién ha vencido en la cruz, al mundo, a la carne y a los
poderes demoníacos y nosotros hemos recibido los beneficios de su victoria,
Colosenses 2:13-15: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros,
que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”. Toda la gloria y honra a nuestro amado
Salvador. Oración.
«Gracias
Jesús por ser mi estandarte, mi bandera, porque tu muerte en la cruz me dio la
victoria sobre la carne, el mundo y Satanás; ahora puedo ampararme bajo tu
presencia y entender que contigo soy más que vencedor, que nada me podrá hacer
frente, porque tú ya triunfaste en la cruz y me has dado vida eterna y
bendición. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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