No basta con buenas intenciones
“Y el furor
de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al
arca; y murió allí delante de Dios. Y David tuvo pesar, porque Jehová había
quebrantado a Uza; por lo que llamó aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy”. 1 crónicas
13:10-11
El deseo de
David era restaurar el culto al Dios verdadero, por eso David quería traer el
arca de Dios a Jerusalén, su intención era buena, pero su método no, pues el
Señor ya había establecido en la ley de Moisés cómo debería ser trasladada el
arca del pacto y no precisamente en un carruaje tirada por animales, sino en
los hombros de los levitas que eran responsables de esta función.
Con ese
episodio tan desafortunado Dios tenía que mostrarle a David que no alcanza con
las buenas intenciones, sino que las cosas hay que hacerlas a su manera, en
obediencia a sus mandatos. Y a pesar de que todo marchaba a los compases de la
alabanza y adoración y con mucho gozo con el pueblo, Dios no tolera la
desobediencia y David tuvo que asumir las consecuencias inevitables de su
decisión, por eso cuando vio lo que le sucedió a Uza, sintió pena, tristeza y
confundido, quizás se preguntó lo que a veces muchos de nosotros nos
preguntamos: ¿por qué pasó eso, si solo queríamos traer el arca y adorar a
Dios?
Esta
situación lo llevó a la ley de Moisés y allí descubrió cómo debía trasladarse
el arca: “Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los
levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y
le sirvan perpetuamente”, 1 Crónicas 15:2. Desde ese momento lo haría de
acuerdo a la voluntad de Dios.
Así como
David es necesario repasar constantemente las Escrituras para comprender cuál
es la voluntad de Dios y no hacer las cosas en nuestra propia prudencia como
dice Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu
propia prudencia”, cuántas veces tomamos decisiones de acuerdo a nuestro
razonamiento y no consultamos al Señor, cuántas veces actuamos a la ligera
pensando que lo estamos agradando a Él; el Señor quiere que obremos conforme a
su Palabra, no podemos relacionarnos con Dios como nosotros creemos
conveniente, podemos acercarnos con libertad a su presencia a través del
sacrificio de su Hijo Jesucristo, como lo dice su Palabra. Oración
«Amado Dios,
enséñame a obedecer tu Palabra, a dejar de actuar bajo mis razonamientos y
pensamientos, a recordar continuamente tus mandamientos, preceptos y estatutos,
que son la guía que me has dado para protegerme de mis malas decisiones. En
Cristo Jesús, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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