Ciencia a los entendidos
“Él muda los
tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios,
y la ciencia a los entendidos.” Daniel 2:21
Vivimos en
un mundo que avanza en ciencia y tecnología, descubrimientos en todas las
ciencias y conocimientos recopilados tanto en libros como en sistemas
digitales. Sin embargo, el ser humano cada día está más confundido, lleno de
información que declara muchas cosas como verdades, pero sin evidencia.
Necesitamos,
por tanto, ser guiados, adquirir conocimiento verdadero y discernimiento, no
sólo para tomar buenas decisiones, sino para aplicar el conocimiento en el
contexto correcto, en el momento indicado y con los efectos esperados, y esto
solo lo podemos hacer cuando Cristo, que es el poder y la sabiduría de Dios
manifiesto, está o habita en nosotros, como declara la Escritura “pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y
para los gentiles locura; más para los llamados, así judíos como griegos,
Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.” (1 Corintios 1:23-24).
Ahora, ¿Cómo
aplicamos este conocimiento y verdad radical de Cristo como poder y sabiduría
de Dios en nosotros?
Lo aplicamos
teniendo la confianza de que en cada situación, laboral, familiar, en nuestras
relaciones o en cualquier problema que tengamos, el Señor está presente para
ayudarnos, para darnos claridad o para quitar toda confusión. Es su voluntad
que experimentemos cómo nos da entendimiento y ciencia en toda circunstancia,
porque es la oportunidad perfecta para darle la gloria y la honra, y para poner
en práctica lo que aprendemos en la Escritura, ya que como dice 2 Timoteo
3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Así que
debemos reconocer y experimentar en cada situación que Dios alumbra la ciencia
y de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia (Proverbios 2:6). Su
Palabra y su Espíritu impactan y transforman nuestra vida espiritual, pero
también nos proveen sabiduría y dirección en nuestro trabajo, estudio, labores
y demás actividades. Oración.
«Rey de la Creación,
Dios eterno, ante ti toda rodilla se doblará y todo ser se postrará; gracias
porque en tu sobreabundante gracia, me has permitido conocerte y reconocerte
como mi Dios y Señor. Hoy, te doy toda gloria y honra, porque sé cuán bueno y
poderoso eres. Señor, Te alabo y te bendigo, y en el nombre de Jesús te pido
que continúes cada vez más alumbrando los ojos de mi entendimiento y dándome
espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento tuyo, para que lo pueda
aplicar en toda situación, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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