El amor, el pilar de todo
“Procurad,
pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.” 1
Corintios 12:31
“Y ahora
permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es
el amor.” 1 Corintios 13:13
“Y todo lo
que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo
el Señor servís.” Colosenses 3:23-24
Solemos como
personas tener muchas actividades qué hacer, unas que hemos elegido, otras que
nos han correspondido y otras tantas que nos han pedido, y puede que cumplamos
con todas ellas, que las hagamos bien y a tiempo, pero la gran pregunta es,
¿las hacemos con amor?
Hacer las
cosas con amor es el gran diferenciador entre nosotros, los hijos amados de
Dios y aquellas personas que no creen en Él; realmente lo valioso, lo
importante y trascendental de nuestros actos de servicio no se miden en la
cantidad o la magnitud de estos, sino mejor en el amor con que los hacemos. La
Palabra de Dios lo enfatiza de tal manera que nos dice en 1 Corintios 13:3 “Y
si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
Hermanos,
debemos saber y tener presente que somos hijos de Dios, escogidos, santos y
amados, de manera que, nuestras acciones, lo que deberían reflejar es
justamente eso, amor, santidad y vocación; Colosenses 3:14 nos exhorta así “Y
sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.” El
vínculo por medio del cual podemos testificar y atraer a otras personas a los
pies de Cristo es el amor; a través de nuestros quehaceres podemos reflejar y
extender a nuestro prójimo la misericordia y el poder transformador del amor de
Dios. Y entonces ahí toda cobra sentido y propósito, y lo que hacemos es
realmente de provecho.
Finalmente,
no debemos olvidar que la motivación y el enfoque correcto para hacer cualquier
actividad es hacerla como para Dios y no para los hombres, pues no sabemos de
qué manera las personas nos van a corresponder, pero de Dios ciertamente
recibiremos la recompensa. Oración.
«Padre,
gracias por tu amor derramado en mi corazón por tu Espíritu, permíteme
manifestarlo como fruto en todo lo que como persona me corresponde hacer;
ayúdame a ser el mejor al hacer las cosas con amor, y que tu nombre pueda ser
conocido a través de mi vida amorosa, servicial y piadosa, por Jesucristo mi
Señor amen. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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