Cambio de
mentalidad
“No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Para dejar
la mentalidad de pobreza hay que dejar de alinearnos al pensamiento del mundo,
y mejor ser transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento,
es decir, pensar como piensa Cristo, pues como nos enseña la Escritura, se nos
ha dado la mente de Cristo, 1 Corintios 2:16 dice “Porque ¿quién conoció la
mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
Como nos
enseñó alguna vez una amada maestra de Biblia, hay que “desaprender para
aprender”. Desaprender la mentira para aceptar la verdad revelada en la
Escritura, pues aceptar a Jesús es aceptar sus palabras, como el mismo Señor lo
denota: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la
palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48).
Ahora bien,
¿por qué es esencial cambiar nuestra mentalidad? Porque sí, la Palabra de Dios
construye ideas correctas, emociones equilibradas, decisiones guiadas por su
voluntad y produce vida en abundancia, al contrario, la forma de pensamiento
carnal y del mundo, produce ideas inconsistentes, emociones sin control,
decisiones a ciegas y produce finalmente dolor y muerte.
Así que, no
pensemos como pensábamos antes de conocer a Cristo, sino que obedezcamos lo que
dice Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”, y
para lograr cumplir este imperativo o mandamiento, tenemos que entender el
indicativo o lo que nos da la gracia suficiente para poder llevarlo a la
práctica, que está versículos antes, dice Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.” Toda preocupación o todo pensamiento que llegue a nuestra mente,
inmediatamente se lo debemos dar a conocer a nuestro Padre, no porque no lo
sepa ya, sino para depositar en Él nuestra confianza y, dándole gracias,
disponernos en completa paz para pensar y aceptar que todo lo que Él desee
hacer en nuestra vida será lo verdadero, lo justo, puro, bueno, agradable y
perfecto. Oración inicial
«Padre,
gracias por tu verdad, gracias por tu Palabra que derriba toda mentira y que es
viva y eficaz; gracias porque a través de ella cambiaste mi manera de pensar y
ahora puedo ver y comprobar lo que es realmente bueno, agradable y perfecto, tu
voluntad. Gracias Señor, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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