Voces en el desierto
“Como está
escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que
clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo
valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos
serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; y verá toda carne la
salvación de Dios”. Lucas 3:4-6
En el primer
Adviento, Juan Bautista fue la voz que gritó en el desierto anunciando que el
Mesías llegaría. Después de cuatrocientos años de silencio, fue el profeta que
Dios levantó para anunciar las buenas nuevas, este llamado vuelve a ser eco con
el segundo Adviento. La palabra latina “adventus” significa venida, en el
lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo.
El mensaje
de Juan ahora está en nuestra boca para proclamar la segunda venida de Cristo,
por eso debemos decir lo mismo: “Preparad el camino, enderezad sus sendas”;
espiritualmente Dios anhela que los corazones de los hombres se preparen y se
enderecen para su reencuentro con el Señor Jesucristo.
Por eso es
un llamado a la santidad, todos necesitamos enderezar lo que está torcido y
suavizar lo que está áspero en nuestras vidas. En nuestros corazones hay
orgullo, egoísmo, deshonestidad, envidia y muchas otras cosas más. El Señor nos
invita a consagrarnos a Él ante su regreso, dice 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo”.
Hoy los
creyentes somos esa voz que clama en el desierto de este mundo, anunciando la
salvación. La iglesia de Cristo es el instrumento de salvación en estos
tiempos. Por eso debemos despertarnos y levantarnos del sueño para que nos
alumbre la luz de Cristo, Efesios 5:14. Somos los mensajeros para anunciar la segunda
venida, preparando el camino delante de Él. “Y verá toda carne la salvación de
Dios”.
La voluntad
de Dios es muy clara, nos dice en 1 Timoteo 2:4-5 “el cual quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo
Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. ¿Será
también ésta nuestra preocupación? Veamos Romanos 13:10-12 “El amor no hace mal
al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Y esto, conociendo el
tiempo, que ya es hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de
nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se
acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las
armas de la luz”.
Hoy es el
tiempo de compartir el evangelio, después no se podrá hacer nada. El día del
Señor vendrá y no quiere encontrarnos desapercibidos sino atentos; si realmente
amamos a los demás, ese debe ser el motor para levantarnos y hablar el mensaje
de Cristo. Se nos dice que la salvación está más cerca que cuando creímos;
entonces, no hay lugar para la tibieza espiritual, porque la noche está
avanzada y se acerca el día de su regreso.
La pregunta
es: ¿Nos estamos preparando para su venida?, ¿Estamos enderezando las sendas?,
¿Estamos mostrando el verdadero camino? Hoy es nuestra responsabilidad, somos
la voz de Dios en este tiempo, somos la iglesia militante que se levanta a
proclamar que el Rey ya viene y quiere que todos le conozcan. ¿Qué impide que
lo estemos haciendo? La falta de amor por los perdidos, recordemos que ese
perdido puede estar muy cerca de nosotros.
Oración
«Amado
Padre, hoy me recuerdas que soy la voz que clama en el desierto de este mundo
sediento de ti. La iglesia de Cristo es el instrumento de salvación en estos
tiempos, para preparar el camino para tu segunda venida; por eso, despiértanos
y levántanos para que nos alumbre la luz de Cristo, somos tus mensajeros,
testigos de tu amor y enviados a proclamar el evangelio a los que no te
conocen. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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