“Dios me ha
hecho”
“Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el
primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”. Génesis 41:50-52.
“Y decían el
uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la
angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido
sobre nosotros esta angustia”. Génesis 42:21.
A veces
pasamos por valles de lágrimas, son los valles de la formación del alma y un
ejemplo de esto fue la vida de José. Durante 13 años comprendidos entre los 17
y los 30 pasó por muchas tribulaciones: despreciado por sus hermanos, arrojado
a una cisterna, vendido como esclavo a otra nación e injustamente encarcelado;
quizás se habría preguntado muchas veces: “¿Por qué Dios me permite sufrir de
esta forma?”. Había experimentado rechazo, injusticia, decepción, sin embargo,
su corazón era correcto, había permanecido con el Señor en medio de todas las
pruebas. José había comenzado mal, pero su fe en Dios hizo que su vida
concluyera bien. Esto es lo que realmente importa, no si estamos en un periodo de
luchas o de bendición, sino que a pesar de todo lo que nos sucede permanezcamos
cerca de Dios.
Los 13 años
de esclavitud y encarcelamiento habían terminado. Hasta entonces había pasado
por un entrenamiento particular, el impetuoso adolescente que una vez irritó a
su familia había llegado a ser un hombre sabio e íntegro que terminó en un
palacio, siendo el segundo al mando después del Faraón y lo más importante,
lleno del Espíritu de Dios, Génesis 41:38. De este modo, José fue profeta y
gobernador sabio, tuvo una visión divina del futuro y gobernó Egipto con el
Espíritu de Dios, de manera que los países vecinos fueron librados de la
hambruna de ese entonces.
Dios le
permitió prosperar en Egipto y le concedió dos hijos a uno le llamó Manasés,
que significaba ‘Dios ha hecho que me olvide de todos mis problemas’ y llamó el
nombre del segundo Efraín, que significaba “Dios me ha hecho fecundo en esta
tierra donde he sufrido”; el hilo conductor entre ambos nombres se resume en
una frase: “DIOS ME HA HECHO”; con esto reconocía que el Señor siempre había
tenido el control de su vida, con un propósito mayor que el que imaginaba.
Esto debe
animarnos a seguir adelante a pesar de las pruebas, no importa dónde
comencemos, podemos tener un gran final si estamos con Dios; no permitamos que
nuestro corazón se amargue en momentos de sufrimiento, reconozcamos que Dios es
soberano sobre nuestra vida y situación, además de que siempre tiene un
propósito, aunque en ese momento no lo visualicemos.
A diferencia
de José sus hermanos tuvieron que vivir muchos años atormentados por el engaño
y la culpabilidad, por eso al reencontrarse con José estaban llenos de miedo.
Con todo esto, los sueños originales de José se cumplieron a cabalidad; Dios
permitió todo con el fin de que fuera un instrumento en sus manos para salvar
miles de vidas en tiempos de escasez y hambruna. Todo comenzó mal, pero terminó
bien, por eso no nos desanimemos, seamos fieles a Dios, confiemos en Él y Él
hará, Salmos 37:5.
Dios aún
puede levantarnos para hacer grandes cosas en nosotros y a través de nosotros.
Nos ha llamado a calmar y saciar el hambre y la sed espiritual en este mundo,
por eso gocémonos si estamos pasando por diversas pruebas, Dios está formando
nuestro carácter para ser instrumentos de bendición para otros. Oración.
«Señor,
ayúdame a llevar una vida de integridad y fe, a no desfallecer cuando pase por
tribulaciones, sino que entienda que me estás formando para un propósito
especial, quizás en este momento no alcance a verlo, pero confío en que eres
Soberano y tienes el control de mi vida, y quizás un día pueda decir como
Jacob: “Dios me ha hecho”, cuando esté dando testimonio a otros de tu obra en
mí. En Cristo Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario