Tú tienes las llaves.
“Y el que
vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén.
Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. Apocalipsis 1:18
“Y a ti te
daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será
atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos”. Mateo 16:19
En el NT
vemos que Jesús es el que tiene las llaves; en Apocalipsis 1:18 dice: “y el que
vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén.
Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. Aquí Jesús claramente se refiere
a Él como: “el que vivo y estuve muerto”. Recuerda que, por medio de su muerte
y resurrección, ha logrado la salvación de la humanidad, nos ha dado la vida
eterna y ostenta la autoridad de tener las llaves de la vida y de la muerte.
De manera
sorprendente Jesús delega a Pedro y a la Iglesia las llaves del reino de los
cielos, veamos Mateo 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos;
y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que
desatares en la tierra será desatado en los cielos”. Qué gran privilegio se nos
ha otorgado, esto debería ser suficiente para que no hubiera ningún cristiano
que se sienta sin fuerzas y sin ninguna clase de autoridad espiritual.
“Atar” y
“desatar” eran términos rabínicos para referirse a “prohibir” y “permitir”. Las
llaves sirven para cerrar y abrir puertas. Las llaves del reino probablemente
se refieren a la autoridad para abrir el reino a los que reúnen las condiciones
para entrar: arrepentimiento y fe en Cristo.
El primer
sermón de Pedro evidenció que el Señor le entregó las llaves del reino a su
iglesia, con su predicación después del pentecostés abrió la puerta a 3000
personas, abrió la evangelización, pero también lo vemos en los otros apóstoles
que cuando empezaron a ser perseguidos extendieron el reino de los cielos por
varias regiones; y qué decir de Pablo, que después de su conversión, con sus misiones
plantó, edificó, varias iglesias en el mundo gentil. Ahora somos la iglesia
militante en este momento en la tierra, ahora se nos han entregado las llaves.
Qué
responsabilidad y privilegio que Jesús nos concede como iglesia. Nos da las
llaves del reino, como si dijera: “tendrán acceso libre y total al reino de
Dios, las llaves que abren toda y cada una de las puertas, no más barreras
entre el cielo y la tierra, un si en la tierra es un si en el cielo y un no en
la tierra es un no en el cielo.
¿Estamos
dispuestos a ejercer la autoridad espiritual que Jesús nos ha delegado? Oración.
«Amado Señor
Jesús, gracias porque por la fe en ti y en tu obra redentora me has entregado
las llaves del reino del cielo, qué privilegio tan grande y qué
responsabilidad. Por eso, cuando me encuentre sin fuerzas y falto de autoridad
espiritual recuérdame que fuiste tú quien me dio el privilegio de proclamar las
buenas nuevas de salvación y que tengo el aliado más grande el Espíritu Santo,
que me dará palabras y me usará para abrir las puertas del reino de los cielos
en esta tierra. En el Nombre de Jesús, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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