Cristo
nuestra vida
“Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:4
¿Es Cristo
nuestra vida? Eso solo lo podemos contestar cuando entendamos que, al recibir a
Cristo en nuestro corazón, sucedió algo maravilloso en nuestro interior; la
vida y la naturaleza divina fueron puestas en nuestro espíritu, ahora tenemos
la vida de Cristo, nuestra naturaleza humana está revestida de Él, por eso
entre más profundicemos en nuestra relación con Jesús y más le conozcamos, más
podrá expresarse en y a través de nosotros. Nuestra vida humana frágil,
corruptible, debilitada por el pecado, ha sido suplantada por la vida de
Cristo.
La palabra
vida en griego es “zoe” significa literalmente vivir, vivimos porque hemos sido
resucitados por Él, es una realidad presente, nuestra vida eterna ya ha
comenzado. Esta resurrección que se ha experimentado debe llevarnos a un cambio
de conducta y apropiarnos de las verdades espirituales que ésta conlleva.
Primero hemos sido trasladados al reino de Dios, Colosenses 1:13, hay nuevos
valores eternos que ahora dominan nuestra naturaleza humana y que nos llevan a
buscar las cosas de arriba, las que tienen origen en Dios mismo, Colosenses
3:1.
Segundo,
nuestro ejemplo es el Cristo de gloria, el Cristo victorioso y exaltado, que
está sentado en el lugar de santidad, de intercesión y de poder. Por eso
debemos dejar de gastar nuestras energías y pensamientos en las cosas del mundo
y concentrarnos en nuestra nueva vida que ahora está escondida con Cristo en
Dios. No hay lugar más seguro y mejor.
“Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”, Colosenses
3:3; dado que hemos muerto con Cristo, ahora la vida abundante que se puede
disfrutar con Él está muy segura, en su compañía y dentro de Dios.
Tercero, la
vida vieja ha llegado al fin y ahora la vida plena y satisfactoria de Cristo se
manifiesta en nosotros. Como dice Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí”.
Y por
último, tenemos también promesas para el futuro según Colosenses 3:4 que dice:
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria”. Jesucristo es la vida, no solamente tenemos
vida con Él, Él es vida en sí mismo; por eso llegará el momento en que nuestra
vida espiritual será manifiesta para todos; esto se refiere a la segunda venida
de Cristo, (personal y visible). Aquí se verá su aparición en majestuosa
divinidad, como El Rey de reyes y Señor de señores; y lo más fantástico es que
cada uno de nosotros, sus hijos, seremos parte de esta manifestación gloriosa y
eterna, 1 Juan 3:2. Y de reunir todas las cosas en Cristo, las que están en los
cielos y en la tierra, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, como
lo dice Efesios 1:10.
Un correcto
entendimiento de estas verdades, exige que nuestra mente se esté renovando,
para que nuestras acciones también sean cambiadas y así comprender que buscar
las cosas de arriba no es apartarnos del mundo, sino influenciarlo con los
valores del reino de Dios, para que más personas lo conozcan y puedan disfrutar
de esa nueva vida en Cristo. Oración.
«Señor
Jesucristo, no puedo evitar el camino de la cruz, es la única manera de poder
disfrutar la gloria de la resurrección, gracias por ser mi vida; ayúdame a
colocar mis ojos en las cosas de arriba donde estas sentado, mi Rey exaltado;
enfocar mis pensamientos y acciones en lo eterno, esperando con gozo tu regreso
para poder experimentar tu gloriosa manifestación junto con todos mis hermanos
en la fe. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario