Tú tienes las llaves. Segunda parte
“De cierto
os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que, si
dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa
que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde
están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Mateo 18:18-20
Las llaves
del reino se reciben por fe, para recibirlas primero hay que entender y
reconocer quién es Jesús. Por eso cuando Pedro entendió repentinamente, que
Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente, por esa declaración de fe
revelada por el Padre, Jesús dio a Pedro las llaves del reino, haciéndole
entender que iba a edificar su iglesia sobre la fe en Él, que es la Roca
inconmovible, Mateo 16:15-17.
Las llaves
del reino simbolizan poder y autoridad. Jesús promete la misma autoridad a
todos los apóstoles. La autoridad se refiere a la enseñanza, la predicación, la
sanidad y liberación; es tener acceso al cielo para atar y desatar en la
tierra, es todo lo que necesitamos para que la iglesia cumpla con la misión
gloriosa de proclamar el evangelio, para librar a los hombres de la condenación
e introducirlos al reino de Dios donde hay vida eterna.
Los
creyentes fieles de todos los siglos han utilizado la misma autoridad, las llaves
del reino, para introducir millones en el reino de Dios. Si proclamamos
fielmente el evangelio, estaremos ratificando lo que ya está determinado en el
cielo: que las personas reconozcan sus pecados, los confiesen con
arrepentimiento y de corazón y confíen que Jesús murió en la cruz por sus
pecados, entonces serán perdonados y tendrán vida eterna.
Estaremos
debidamente preparados para emplear correctamente las llaves, cuando andemos en
la plenitud del Espíritu, cuando nos acerquemos a Jesús la piedra viva para ser
edificados como iglesia, como casa espiritual y sacerdocio santo para
glorificar su nombre. 1 Pedro 2:4-5 dice: “Acercándoos a él, piedra viva,
desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
medio de Jesucristo”.
Podemos
disfrutar del maravilloso privilegio de ver a la gente recibir la predicación
de la buena noticia del reino y la libertad. Podemos gozarnos al ver personas
liberadas, sanadas y salvadas porque nos atrevimos a usar las llaves para
abrirles el reino de los cielos. Podemos de ahora en adelante aceptar desafíos
con confianza porque estamos participando de autoridad espiritual que nos fue
delegada por Jesús.
La iglesia
avanza y las puertas del Hades retroceden, esto tiene que ver con pararse en lo
que Él ya hizo en la cruz, la sangre ya fue derramada y nos da su autoridad,
pero tenemos que accionar sobre lo que Jesús ya hizo por nosotros. Pidamos al
Señor que queremos ver más evidencia del reino de los cielos en nuestra vida,
en nuestra casa, en nuestra ciudad y en el mundo, por eso debemos congregarnos
y orar juntos, para que la presencia de Cristo se manifieste en medio de
nosotros con poder. Nuestras palabras son las que dan autoridad, son las que
desatan o las que atan. Abramos puertas y veremos vidas cambiadas. Oración.
«Gracias
Señor, bendíceme ahora y aquí, irrumpe en mi vida, en mi casa y en mi iglesia;
por el poder de tu Espíritu, comienza a abrir el cielo, rompiendo cadenas, en
las mentes y corazones de cada persona de mi familia, de mi entorno, de mis
hermanos en la fe. Espíritu Santo empieza a guiarnos a partir de hoy. Colocamos
nuestra vida bajo la autoridad de Jesucristo y su gobierno, quita los velos y
trae convicción a nuestra vida de quiénes somos en Cristo y toda la autoridad
espiritual que nos ha delegado como iglesia y digámosle a Cristo que recibimos
las llaves para que venga su reino a esta tierra. En Cristo Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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