Una oración
para la noche
“Respóndeme
cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste
ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración. Hijos de los hombres,
¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la
mentira? Selah. Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová
oirá cuando yo a él clamare. Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón
estando en vuestra cama, y callad. Selah Ofreced sacrificios de justicia, confiad
en Jehová. Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre
nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Tú diste alegría a mi corazón mayor
que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y
asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. Salmos
4:1-8
Este salmo
es para la noche, es una oración hecha por David en momentos donde estaba
desvelado por los problemas con su hijo Absalón, y nos enseña que cuando
estemos en dificultades que nos roban la paz y nos quitan el sueño, acudir a la
presencia de Dios, es encontrarnos en un lugar de paz, a pesar de que sigamos
en medio de las presiones que nos agobian.
Sin embargo,
muchos no hacen lo que David hizo, sino que en su desesperación denigran el
nombre de Dios, porque no confían en Él, sus pensamientos están enfocados en el
dinero, las posesiones, otras personas o en el éxito como respuesta a sus
problemas, pero todo esto no son más que ilusiones e ídolos. Por eso el Señor
pregunta: ¿hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en por de lo ilusorio?,
Salmos 4:2. Dios anhela que le busquemos a Él de todo corazón: “Cercano está
Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras”, Salmos
145:18
Pero, la
enseñanza central del salmista es que aprendamos a confiar en Dios descansando
en su justicia y dependiendo de su misericordia. David nos indica cómo hallar
gozo y paz verdaderos, teniendo una relación personal con Dios y poniendo
nuestra confianza en Él.
Aunque sea
difícil la situación, recordemos que “Dios ha escogido al piadoso para sí”. La
palabra “piadoso” se refiere a aquellos a quienes Dios ama con un amor que no
cambia y que corresponden a su amor como dice Efesios 6:24 “La gracia sea con
todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén”. Los
que aman a Jesucristo con un amor sincero y constante; no con amor fugaz,
terrenal, sino espiritual y eterno.
Cuando nos
inunda el temor lo mejor que podemos hacer es dedicarnos a una oración quieta,
entrando en el reposo del Señor, confesando nuestros pecados, confiando y
entregando todo en la presencia de Dios; porque la oración nos devolverá el
gozo y la paz que necesitamos, sólo Dios es la fuente de ello, solo en Dios
podemos conocer cómo vivir confiados.
Sentir que
la luz de su rostro brilla sobre nosotros, llenará nuestros corazones con la
alegría de su presencia, podremos dormir en paz, diciéndole que somos suyos y
que lo amamos. Oración.
«Padre
celestial, en medio de mis angustias a ti clamo, porque sé que me escuchas,
Señor ayúdame a confiar, porque todo lo bueno procede de ti; que nunca vaya
tras ídolos o en por de cosas vanas, porque nada de eso traerá gozo y paz a mi
corazón, tú eres la fuente de mi alegría y de mi paz, enséñame a orar, a conocerte,
a confiar y a descansar en ti, porque sólo vivo seguro en tu presencia. En
Cristo Jesús, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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