Maestro de maestros
“Vosotros me
llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy” Juan 13:13 RVR 1960.
“Y cuando
terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les
enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” Mateo 7:28-29 RVR
1960.
“Mas a la
mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los
judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado? Jesús les
respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que
quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo
hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria
busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no
hay en él injusticia” Juan 7:14-18 RVR1960.
Nuestro
Señor Jesús es el mejor Maestro, podemos decir que es El Maestro de maestros,
Él mismo en Juan 13:13 se reconoce como Maestro, su vida ministerial relatada
en los evangelios nos muestra cuán importante era la enseñanza para Él.
Jesús
enseñaba a multitudes, pero se concentró en individuos, a todos les mostraba
las verdades de Dios, su enseñanza es poderosa, porque es dada con autoridad,
pues siempre mostró coherencia, lo que predicaba lo practicaba; no como los
escribas y fariseos, que decían una cosa pero hacían otra, como lo dice Jesús
en Mateo 23:1-3 “Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo
lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus
obras, porque dicen, y no hacen”.
El ejemplo
que Jesús nos da con su vida es de integridad, pues si enseñaba del perdón, Él
mismo lo practicaba (Lucas 23:34), si su enseñanza era del amor, Él mismo amaba
(Juan 13:1), si enseñaba de la importancia de la oración, Él tenía una vida de
oración (Marcos 1:35), cada tema que enseñaba El Maestro, era vivido por Él, lo
conocía y lo practicaba, por eso Jesús tuvo éxito al trasmitir las verdades de
Dios y llevó a los pecadores al arrepentimiento, y a que lo siguieran para ser
transformados; también su enseñanza causaba admiración, tanto, que los judíos
se maravillaban al escucharlo, y claro que tenían de qué maravillarse pues la
doctrina enseñada por Jesús, no era de Él sino la de su Padre Dios, así que hoy
no dudemos en seguir las enseñanzas de Jesús, nuestro gran Maestro, pues están
basadas en la Palabra de Dios, y al igual que Él, llevemos una vida de
integridad, de coherencia, que nuestras obras reflejen nuestra fe. Oración.
«Padre Dios,
ayúdame por el poder de tu Santo Espíritu a recibir la enseñanza de Jesús y a
seguir su ejemplo para vivir una vida de integridad y coherencia, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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