Ir a las
naciones
“Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” Marcos
16:15-16.
Antes de
ascender al cielo, Jesús les dijo a sus discípulos que fueran por todo el mundo
predicando el evangelio a toda criatura, y hoy nos sigue diciendo lo mismo a
nosotros los creyentes. En el tiempo de Jesús, era más complicado viajar y
comunicarse, y sin embargo ellos obedecieron y el respaldo de Dios fue
evidente, pues esta labor que empezó hace más de dos mil años nos ha alcanzado.
La palabra
evangelio significa buenas nuevas, y básicamente lo que Jesús les dijo a sus
discípulos y nos dice a nosotros, su iglesia, es que vayamos por todo el mundo
predicando la buena noticia que en Cristo hay perdón de pecados, salvación y
vida eterna.
1 Corintios
1:21 dice “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios
mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación”. Así que la manera de alcanzar al perdido, es por medio de la
predicación, pero la predicación que Jesús pide es de su evangelio. Romanos
1:16 dice “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.
El mensaje de la cruz es poderoso, porque es la esencia del evangelio, pues ahí
mismo vemos el amor de Dios, la justicia de Dios, el perdón de Dios, la gracia
de Dios y la misericordia de Dios.
Hoy en día
tenemos a nuestro alcance muchas más herramientas para compartir y predicar
este poderoso mensaje de salvación, así que dispongamos nuestras vidas al
servicio de Dios como lo hicieron aquellos discípulos, a los cuales Jesús se
dirigió hace más de dos milenios, pues al igual que a ellos, a nosotros también
nos respaldará con el poder de su Santo Espíritu para cumplir su propósito de
salvación en el mundo. Oración.
«Señor Jesús
cuan agradecido estoy por lo que has hecho por mí, gracias por esa obra
maravillosa que hiciste en la cruz, gracias por llevarme a conocer tu amor y
por llevarme a entender el precio que tuviste que pagar por salvarme; ayúdame
con tu Santo Espíritu a compartir esta buena noticia: que en ti hay perdón de
pecados, salvación y vida eterna. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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