El amor de Dios Padre
“Jehová se
manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia.” Jeremías 31:3
“Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
“Mas a todos
los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios” Juan 1:12
Conocer el
amor de Dios nos permite tener un crecimiento espiritual saludable; saber que
Dios nos ha adoptado como sus hijos al arrepentirnos de nuestros pecados y al
creer en Jesucristo, debe llevarnos a experimentar confianza y a tener una
identidad clara en Él.
Dios nos
muestra su amor a través de su palabra; a viva voz por medio del profeta
Jeremías nos declara que con Amor eterno nos ha amado. Escuchar que nuestro
Padre Dios nos ama es reconfortante, pero su amor no es solo de palabras, su
amor también son acciones; Dios respalda sus palabras con sus actos y esa
declaración de amor eterno es respaldada con el acto más grande de amor
demostrado por Él: dar a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.
Conocer el
amor del Padre debe ir más allá de un conocimiento intelectual, debe estar
basado en una relación personal de amor y esta relación debe darnos la
confianza para poder entrar delante de su trono cada vez que lo necesitemos,
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16). También
tiene que darnos claridad de nuestra identidad, como dice la escritura: “Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo” (Romanos 12:14-17a). Pidámosle al Espíritu Santo que nos lleve, por
medio de Cristo, a cultivar esa relación de amor con Dios como hijos amados. Oración
«Padre
amado, gracias por tu gran amor, ese amor eterno con el cual me has amado, ese
amor que fue capaz de dar a tu Hijo para que un pecador como yo tuviera
esperanza y pudiera ser adoptado como tu hijo, haciéndome parte de tu familia
celestial, amén. Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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