El primer
Amor
“Yo conozco
tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los
malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has
hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que
has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras.” Apocalipsis 2: 2-5a.
Tristemente
hoy en día la vida de una gran cantidad de creyentes no refleja el amor de
Dios, por eso es que su palabra nos exhorta a volver a ese primer amor; Dios
reconoce que muchas veces hemos trabajado arduamente y con paciencia en su
obra, pero más que esto, le interesa es el estado de nuestro corazón, ahí,
donde el amor se puede encender o apagar.
Volver al
primer amor implica mantener la llama del amor encendida, para lo cual, amar a
Dios por sobre todas las cosas se debe convertir en nuestra prioridad, pues así
podremos amar de la manera correcta, teniendo como resultados nuevamente las
primeras obras que nos llevarán a amar también al prójimo (Mateo 22:37-39).
Dios quiere que nosotros, su iglesia, que somos todos y cada uno de los
creyentes, los que nos hemos arrepentido de nuestros pecados y hemos aceptado a
Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, seamos un fiel reflejo de Él; para
esto, debemos ocuparnos en aprender a amar con su amor, pues su amor ya fue
derramado sobre nuestras vidas por el Espíritu Santo, como lo dice Romanos 5:5.
Ocuparnos en
aprender a amar con el amor de Dios significa recordar y retomar esos actos del
primer amor, en los que nuestra búsqueda de Dios era constante, anhelábamos su
palabra, oír de Él, aprender más de Él; por eso asistíamos constantemente a la
iglesia, leíamos las Escrituras, orábamos, testificábamos, obedecíamos y
compartíamos de su amor. Que hoy nuestra decisión sea volver a buscar a Dios
como en el primer amor y que todos y cada uno de nosotros, que somos su
iglesia, seamos conocidos porque ese amor que ha sido derramado en nuestros
corazones sea el sello de nuestras vidas, la marca que nos identifica. Oración
«Padre
amado, me presento delante de ti arrepentido por olvidar que, antes que hacer
cosas por ti, lo primero es amarte a ti; quiero volver a ese primer amor,
quiero amarte a ti por encima de todo, que tu Santo Espíritu me guíe en este
camino de excelencia que es el amor y así pueda compartir de tu amor a todos
aquellos que lo necesitan. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
No hay comentarios:
Publicar un comentario