El amor a Dios Hijo
“Nadie tiene
mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis
amigos, si hacéis lo que yo os mando” Juan 15:13-14.
“El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” Juan 14:21.
El amor de
Jesús por nosotros, demostrado en la cruz, va más allá de la amistad, pues en
realidad antes de recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador, éramos
enemigos de Dios, como lo dice Romanos 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida”, pero ahora que hemos depositado
nuestra fe en Él, y que hemos pasado de ser enemigos a ser amigos de Dios, Él
quiere que correspondamos a esa amistad, y la forma de hacerlo es obedeciendo,
haciendo lo que Él nos manda.
Hacer lo que
Jesús nos manda, es poner nuestra vida a su servicio, y su Palabra declara que
nadie tiene mayor amor que este “que uno ponga su vida por sus amigos”,
demostrar nuestra amistad al Señor, implica dejarlo vivir a través de nosotros,
dejando de vivir nosotros, colocando nuestras vidas en Él, tal y como lo
expresa Mateo 16:24-25 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo
el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará”.
Perder
nuestra vida por Jesús es ganarla, pues no encontraremos mejor vida que su
vida, esto le sucedió al apóstol Pablo, cuando tuvo su encuentro con Cristo, se
convirtió en su amigo, llegando a declarar “Pero cuantas cosas eran para mí
ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun
estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo” Filipenses 3:7-8. Al igual que Pablo, seamos
amigos de Jesús, correspondiendo a su amor.
Oración.
«Amado
Salvador, gracias por entregar tu vida por mí, gracias por hacerme tu amigo, te
pido que tu Espíritu Santo me ayude a corresponder a tu amor, haciendo lo que
tú me pides, dejándote vivir a ti a través de mí, negándome a mí mismo, siendo
tu amigo. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario