La enseñanza del Amor en Amor
“Estos,
pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó
que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis
vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus
estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu
hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues,
oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que
fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus
padres.” Deuteronomio 6:1-3
Hay una
importancia muy grande en enseñar lo que Dios dice; en el antiguo testamento
Dios ordenó que sus mandamientos, estatutos y decretos fueran enseñados a su
pueblo, para que pudieran ser puestos por obra para su propio beneficio, como
lo podemos leer en Deuteronomio 6:1-3. Lo mismo aplica para nosotros el día de
hoy, pues enseñar los mandatos de Dios es primordial para que se puedan poner
en práctica, lo cual traerá beneficios a nuestras vidas, más cuando ahora
gracias a la obra de Cristo, nosotros como creyentes podemos hacerlo en amor
con la ayuda del Espíritu Santo.
Con lo
declarado por Jesús en Mateo 22:34-40, podemos darnos cuenta que sus mandamientos
se resumen en amar, primero a Dios y luego al prójimo. Por eso, enseñar los
mandamientos dados por Dios es enseñar del amor; pero esta enseñanza debe ser
dada en amor, así como se nos enseña en 1 Corintios 13 cuando habla que si
hacemos algo sin amor de nada nos sirve. El amor es fundamental, por eso es que
Deuteronomio 6:4-9 dice “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y
amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu
mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes
de tu casa, y en tus puertas”; estos versículos nos permiten ver la importancia
de amar primero a Dios para luego transmitir todo lo que Él nos enseñe,
repitiendo su mensaje de amor, hablando de su amor a nuestros familiares, conocidos
y aun a desconocidos.
Pidámosle al
Espíritu Santo que nos ayude a ver el amor de Dios en cada mandamiento, para
que podamos enseñarlos en amor. Oración.
«Padre amado,
llévame a compartir de tu amor, quiero poder enseñar a otros lo maravilloso que
es tu amor, por eso te pido que tu Santo Espíritu me ayude a tener una relación
profunda contigo, autor del amor. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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