Amor propio
“Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39.
“Así también
los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su
mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino
que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” Efesios 5:28-29.
Conocer el
Amor de Dios por medio de nuestra fe en Cristo, nos permite gozar de una nueva
vida que nos lleva a tener amor propio. Si meditamos en nuestra vida antes de
conocer a Cristo, podemos observar que muchos de nuestros pensamientos y muchas
de nuestras conductas terminaban haciéndonos daño, era como si aun sabiendo las
consecuencias no nos importara. Hoy muchos viven así, sin Dios y sin ley, y
tarde o temprano se cosecha lo que se siembra. Por ejemplo, la falta de
ejercicio, la comida chatarra o cualquier vicio, perjudican la salud física y
mental, de igual manera la vida espiritual se ve afectada por malos hábitos,
como la falta de oración, la poca lectura de la palabra, la desobediencia o el
dejar de congregarse; pero esto no debe ser así, y es por eso que la Palabra de
Dios nos exhorta a tener amor propio, como lo dice Mateo 22:39b “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo”, esta cita que habla de amor propio se toca en un
contexto donde se dice que este es el segundo mandamiento, y que el primero es
amar a Dios, así que para poder amarnos correctamente debemos conocer y
experimentar el amor de Dios primero, para que con ese amor entonces podamos
cuidar nuestra vida física, emocional y espiritual de la manera adecuada.
En Efesios
5:28-29, se nos da la clave para tener un amor propio equilibrado que es
Cristo, y habla del sustento y cuidado que Él tiene por su Iglesia (su cuerpo).
De igual manera, debemos proteger nuestra salud integral en espíritu, alma y
cuerpo; y en la parte del alma, nuestra mente, emociones y voluntad, pidamos al
Espíritu Santo que nos lleve a conocer el amor de Cristo, para seguir su
ejemplo, teniendo un amor propio equilibrado.
Oración.
«Padre
amado, gracias por tu Santo Espíritu quien me lleva a conocer el amor de
Cristo, te ruego en el nombre de Jesús me permitas comprender que ese amor que
tú has derramado en mi corazón me lleva a vivir una nueva vida, donde puedo
tener amor propio, ese amor que me conduce a comportarme con equilibrio en mis
pensamientos, emociones y conducta, y que se verá reflejado en una vida que te
glorifique y que lleve mucho fruto. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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