Tiempo
presente
“el cual nos
ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo,” Colosenses 1:13
“Como todas
las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su
divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia;” 2 Pedro 1:3-4
Un detalle
muy importante de las escrituras es el entendimiento del contexto y del tiempo
de lo que está escrito. Lastimosamente muchos sacan textos fuera del contexto
para apoyar un pretexto, creando confusión y solo para tratar de sostener
falsas doctrinas. Pero también el no tener en cuenta el tiempo (pasado,
presente y futuro) de lo escrito, causa que no tengamos un entendimiento pleno
de la revelación de Dios.
Por ejemplo,
en los pasajes de hoy podemos notar que estas promesas son dadas para el ahora
y la eternidad, ¡son nuestras y son para tomarlas en el tiempo presente! Y esto
no de nosotros, por nuestra propia justicia, sino por medio de la fe que en el
Hijo de Dios se nos ha dado: libertad del dominio de las tinieblas. Estamos en
el reino de su Hijo amado, tenemos todas las bendiciones espirituales que
necesitamos para vivir una vida que agrade a Dios, además tenemos a nuestro
alcance preciosas y grandísimas promesas que hacen posible que participemos de
la naturaleza divina y escapemos de la corrupción del mundo, causada por los
deseos humanos.
En pocas
palabras, Dios nos ha dado por medio de Cristo, todo lo que necesitamos en
todas las áreas de nuestra vida para que en todo tengamos abundancia, con el
propósito de mostrar la gloria de Dios a través de la obediencia de sus hijos
amados (2 Corintios 9:10-11). Obedezcamos pues a la fe y recibamos lo que Dios
en abundancia nos ha dado, y conforme a la escritura: el tiempo es ahora. Oración inicial
«Padre
amoroso, mi corazón está lleno de agradecimiento porque en Cristo Jesús me has
dado todo lo que necesito para vivir una vida primeramente en abundancia
espiritual y luego en todas las demás áreas, pues poderoso eres tú Señor para
hacer que abunde en mí toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las
cosas todo lo suficiente, abunde para toda buena obra. En el nombre de Jesús.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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