Pensamientos llenos de vida y verdad
“Después
dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su
cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.” Zacarías
3:5
¿Cuál es el
problema del porqué no aceptamos la verdad del evangelio en nuestra vida? Por
ejemplo, cuando leemos lo que dice en Romanos 6:6 “sabiendo esto, que nuestro
viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”, ¿por qué no nos
apropiamos de esta verdad que puede radicalmente bendecirnos y cambiar para
bien nuestro comportamiento?, el problema está en nuestra mente que se niega a
aceptar la verdad.
En el
versículo de hoy, en Zacarías, se le coloca al sacerdote Josué, además de las
vestiduras blancas, una Mitra, que representa o es símbolo de pureza y
santidad, de consagración plena a Dios, y le es colocada como señal de su
purificación y su aceptación por parte de Dios (Éxodo 28:36-38). Esto quiere
decir que somos revestidos de Cristo también en nuestros pensamientos.
Ahora, los
creyentes, por el Espíritu Santo, tenemos la mente de Cristo y es nuestra
responsabilidad permitir que el Espíritu de Dios transforme y renueve nuestra
mente a través de su Palabra (Romanos 12:1-2), la cual revela el plan de Dios y
discierne nuestros pensamientos (Hebreos 4:12), para que sean alineados a su
propósito.
Por esto nos
enseña el versículo 23 de Efesios 4 “y renovaos en el espíritu de vuestra
mente,” que quiere decir que no pensemos como pensábamos antes, sino que
permitamos que el Espíritu renueve nuestros pensamientos; y también, en el
contexto de esta enseñanza, que Pablo da a los Efesios, en el versículo 17 dice
que “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros
gentiles, que andan en la vanidad de su mente,” es decir, que abandonemos las
ideas equivocadas o desviadas de la verdad, cambiando ideas superficiales de
mentira por los pensamientos llenos de vida y verdad de Cristo.
Hermanos,
apliquemos esta enseñanza usando nuestras armas espirituales, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, para que sean
derribados todos los conceptos o ideas equivocadas en nuestra mente, que no
permiten que experimentemos la verdad de su Palabra en nosotros (2 Corintios
10:4-5). Oración.
«Padre, por
medio de tu Espíritu renueva mi forma de pensar y limpia todos y cada uno de
mis pensamientos, que se sometan a tu verdad; ayúdame a experimentar por la fe,
tus preciosas promesas y a sacar de mi pensamiento toda idea de mentira que no
sea conforme a tu Palabra. En el nombre de Jesús, Amén.
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