Te he llamado por tu nombre, mío eres tú
“Ahora, así
dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas,
porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.” Isaías 43:1
Todos
necesitamos seguridad, y esta seguridad se da cuando nos sentimos identificados
con algo o alguien, sin embargo, las cosas del mundo no generan verdadera
seguridad, ni llevan a una verdadera identidad, pues ofrece cosas perecederas e
inestables. En contraste, cuando confiamos en Cristo, Él nos da seguridad
eterna, porque cuando lo encontramos, o mejor, cuando Él nos encuentra a
nosotros, sabremos quién somos en realidad y esto define el resto de nuestra
existencia, pues nuestra vida está escondida en Jesús (Colosenses 3:3).
Si sé quién
soy, así pensaré, así actuaré. Entonces, ¿cómo empezamos a actuar ahora que
sabemos que por la fe en Cristo somos de Él, que tenemos una identidad como
hijos de Dios y un propósito, y que por esta fe nos ha dado vida eterna? ¿Qué
harás de ahora en adelante?
Así que,
tomemos esta palabra viva para cada uno de nosotros, “porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 4:20) y Él nos dice hoy “mío
eres tú”, por lo tanto, tenemos seguridad, un piso firme que no tiembla ante
las circunstancias inestables de la vida, porque somos sus hijos y nos ha
prometido que “No te desampararé, ni te dejaré” (hebreos 13:5). Oración.
«Padre, soy
tuyo por medio de la fe en Jesús, por eso tengo seguridad en un Dios eterno y
vivo, que habita dentro de mí, que me da la fuerza para seguir y para vivir en
libertad del pecado, del mundo y del maligno. Gracias amado Señor, porque soy
tuyo y nada me separará de tu amor que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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