Esperar en Cristo
“Toda
palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan” Proverbios
30:5
“Encamíname
en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he
esperado todo el día.” Salmos 25:5
Dice un
dicho popular “el que espera, desespera», pero si es en Cristo, el que espera
es edificado, bendecido y fortalecido en su fe.
Esperar en
Cristo no debe ser una espera pasiva y triste, sino la confianza que tenemos
que nuestro Dios todopoderoso llegará en el momento justo para ayudarnos y
tendernos su mano ante las dificultades, enfermedades o cualquier otra
necesidad. Entonces, nuestra espera debe ser con sumo gozo, aun en las pruebas
(Santiago 1:2).
También
cuando debemos tomar decisiones, podemos esperar confiadamente en que Él nos
dará su respuesta y orientación frente a lo que tenemos que hacer, pero debemos
pedir con fe como dice el apóstol Santiago por el Espíritu “Y si alguno de
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). Esta sabiduría
que viene de lo alto nos da la paz y la respuesta correcta en nuestras
decisiones.
Asimismo,
cuando se dice que esperemos en el tiempo de Dios, la palabra de Dios nos
enseña que es el tiempo más corto a la solución verdadera, pues podrían venir
otras soluciones antes, pero no resuelven el problema o lo profundizan, pero
Dios llegará en el tiempo preciso y con la respuesta adecuada; por esto dice la
escritura “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones.” (Salmos 46:1).
Amados,
podemos esperar sin desesperarnos, pues fiel es el que prometió. Que nuestra
espera sea en toda confianza y con gozo, mientras esperamos podemos alabarle,
como nos enseña el Salmo “Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más.”
(Salmos 71:14). Oración.
«Espero en
tu ayuda mi Dios, porque en ti he confiado; no seré conmovido ni me llenaré de
angustia porque sé que mi causa es tu causa y vas delante mío. Alumbra Señor mi
entendimiento y lléname de sabiduría para enfrentar cada situación, problema,
enfermedad, porque sé que al final todo obrará para mi bien y para tu gloria.
En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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