jueves, 14 de mayo de 2020

DIOS ME AMÓ PRIMERO


DIOS ME AMÓ PRIMERO

“En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados”, 1 Juan 4:10
Hay mucha confusión al entender el significado del verdadero amor, y la razón es sencilla, porque no se conoce a Dios, y fuera de Él nada tiene significado. El amor requiere entrega, abnegación, perdón, por eso Dios entregó a su Hijo por amor a la humanidad. Nadie nos puede amar de la manera que Jesús nos amó y nos sigue amando. Cuánto amor expresado en el camino al Gólgota con una cruz a cuestas para finalmente ser clavado como el más vil criminal en aquella terrible cruz. Estas escenas deben tocar la fibra del alma, y hacernos caer de rodillas ante Jesús.
Hermano, deje que el amor de Dios entre en su mente y su corazón, permita que los destellos de su amor expresados en la cruz lleguen a su vida. La Biblia hace esta declaración divina de amor: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Pablo difundió este amor por el mundo entero, escribió: “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8).
Hay momentos de sufrimiento, de lágrimas, de mendigar migajas de amor porque alguien ya no nos ama, aún sin saber que Dios es fuente inagotable de amor... Él nos dice con la más dulce voz: seca ya tus lágrimas, que yo “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3). Este es un amor que trasciende todos los límites, tiene las dimensiones infinitas de la gracia y la bondad de Dios, por eso disfrutemos de su amor.
Dios es el ejemplo perfecto del verdadero amor, y nos ha dado, a aquellos que reciben a Jesucristo como su Salvador, la habilidad de amar como Él lo hace, a través del poder del Espíritu Santo, así que amemos todos como Él nos amó.  Oración.
"Amado Cristo, con todas las fuerzas de mi corazón y de mi alma, te expreso mi agradecimiento, por tanto, amor demostrado en la cruz, marcaste ese amor con tinta sangre y perdonaste mis pecados. Hoy me sacio en esa fuente inagotable de amor, la que sana mis heridas y me restablece a una vida de gracia y paz. Te amo Señor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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