"Mas él
conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro". (Job 23:10)
Esa es la
lección de este libro. La vida es demasiado complicada para que nos enfrentemos
solos con ella. Se vuelve tan complicada que en ocasiones no podemos ni
siquiera dar algunas de las respuestas, pero Dios está diciendo: "Si echas
un vistazo a todos los problemas que no hago más que resolver a lo más
sencillos niveles de la vida y que incluso entonces están por encima de tu
habilidad para resolverlos, ¿no puedes confiar en que también podré resolverte
este?". Pablo se regocija en Romanos, diciendo: "Sabemos... que a los
que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien, esto es, a los que conforme a
su propósito son llamados" (Romanos 8:28).
Oración
Padre
nuestro, te damos gracias por permitirnos ver de este modo lo que Job sentía en
su corazón. Gracias por haber dejado constancia para nosotros de las luchas con
las que se tuvo que enfrentar este hombre al expresar sincera, abierta y
honestamente sus dudas, por sacar a la luz sus agravios y las quejas que te
presenta. Señor, nos oímos a nosotros mismos clamar a gritos a Ti en nuestro
fastidioso mal genio, echándote la culpa de nuestras circunstancias, no estando
dispuestos a creer que tienes un propósito tras estos problemas y que Tú puedes
resolverlos. Señor, enséñanos a descansar en Ti mediante la importante y
maravillosa revelación de que en todas las circunstancias tenemos el privilegio
de ser instrumentos para obtener la victoria sobre el enemigo de los hombres, a
fin de demostrar de una vez para siempre que la única vida que vale la pena
vivir es una vida de fe. Lo pedimos en Tu nombre. Amén.
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