Ejercita tu mente
“Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu
casa, y en tus puertas.” Deuteronomio 6:6-9
Estas
palabras las dijo Dios al pueblo de Israel hace mucho tiempo y no es casualidad
que hoy nos las esté repitiendo, pues al parecer el ser humano independiente de
la época en la que se encuentre, tiende a sufrir del mismo problema, una mente
olvidadiza que con el paso del tiempo se debilita, y es necesario ejercitarla.
En la
actualidad, los especialistas mencionan que “el cerebro al ser el órgano motor
de todo el organismo y, tal y como si se tratase de un músculo cualquiera,
necesita usarse para ser fortalecido”, por eso nos impulsan a practicar la
lectura, realizar crucigramas o sudokus, entre otras, para mantenerlo activo, y
evitar a futuro, degeneración cerebral y deterioro cognitivo. Seguramente
muchos de nosotros practicaremos éstas y otras actividades similares, pero hoy
queremos resaltar una en especial que las sobrepasa a todas, la meditación en
la palabra de Dios.
La
meditación en la palabra nos ayuda a ejercitar y fortalecer nuestra mente, así
como el correr, caminar y nadar nos ayuda físicamente ¿lo has notado? Quizás no
tanto o no como los resultados que muestra nuestro cuerpo de manera evidente;
pero ¿qué tal si te dijera que podríamos identificar de manera sencilla, no su
fuerza, sino la falta de ella por nuestros comportamientos? ¡Miremos! ¿Alguna
vez has experimentado ansiedad? Cuando ésto sucede es porque en nuestra mente
hay pensamientos de temor hacia el futuro, signo de alarma que nos indica que a
nuestra mente le falta ejercitarse en la Palabra (1 Juan 4:18), o quizás ¿Has
estado en depresión? Síntoma de que estás dejando albergar en tu mente
recuerdos del pasado de situaciones sin superar que al recordarlas producen
tristeza (Isaías 43:18-19a, 2 Corintios 5:17). Con éstas y otras cosas más
podríamos conocer que a nuestra mente le falta ejercitarse y fortalecerse en la
palabra de Dios, pues cuando tenemos una mente fortalecida, tenemos
pensamientos llenos de la paz de Dios (Filipenses 4:7)
Hermano, es
tiempo de ejercitar tu mente leyendo y meditando la Palabra de Dios. Oración.
«Padre,
gracias por enseñarme y motivarme a meditar diariamente en tu palabra, cuando
lo hago puedo experimentar tu paz y vivir conforme a tu voluntad.
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