Dios es fiel
“Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción
es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré”, Lamentaciones 3:22–24.
“Y Moisés
hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna
serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”, Números
21:9
Si de
nosotros y de nuestras acciones dependiera nuestra salvación y la aceptación de
Dios, hace mucho tiempo que estaríamos perdidos, por mucho que nos
esforzáramos, jamás podríamos llegar a la santidad requerida para satisfacer la
justicia del Todopoderoso. Tenemos que entender que las misericordias de Dios
nunca han decaído, así como siglos antes de Cristo, Dios mandó a Moisés que
levantara una serpiente de bronce sobre una asta para que todo aquel que la
mirara no muriera en el desierto, ahora también Dios ha levantado a su hijo
sobre una cruz, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:16–17
Jesucristo
fue hecho por nosotros pecado (aunque nunca cometió pecado) para que nosotros
fuésemos justicia de Dios en Él. Su muerte en la cruz fue el pago por nuestros
pecados y su resurrección fue la prueba de que Dios aceptó ese pago. Creer en
Él nos da el derecho de ser hijos de Dios, gracias a Cristo podemos acercarnos
confiadamente al trono de la gracia y hallar la ayuda que necesitamos en el
momento preciso. Recordemos que “nuevas son cada mañana sus misericordias;
grande es su fidelidad”
El amor de
Dios no está basado en lo que hacemos o dejemos de hacer, está basado en que
Dios mismo es amor, Él nos escogió sin que lo mereciéramos y nos hizo sus hijos
también sin merecerlo. Por lo tanto, hoy y cada mañana podemos estar confiados
no en nosotros ni en nuestras bondades sino en la obra perfecta de Jesucristo.
Él es nuestra porción, nuestra herencia y nuestra única esperanza. Oración.
«Padre Santo
gracias por tu amor eterno. Jesucristo en ti están todas mis fuerzas y mi única
esperanza. Amén. Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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