Crónicas de
un pecado anunciado. Parte 2
«Y concibió
la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta. Entonces
David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a
David… Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y
saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real… E
hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Y dijo
David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu
casa? Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y
mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en
mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida
de tu alma, que yo no haré tal cosa… Y él salió a la tarde a dormir en su cama
con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa.», 2 Samuel 11: 5-14
Ayer veíamos
quién era David y cómo después de descuidar su relación con Dios cae en
tentación adulterando con Betsabé, la esposa de Urías, pero aquí no acabo todo,
David intenta cubrir su falta haciendo que Urias se acueste con Betsabé y como
no lo logra planea su asesinato.
Miremos
algunos agravantes del pecado de David:
– Urías, era
uno de sus mejores soldados, estaba exponiendo su vida por el honor y la
seguridad del rey y de su pueblo, cumplió con honor su propósito hasta la
muerte. Este hombre que estaba dispuesto a morir por el honor de su rey, ahora
tiene que morir a manos de su rey.
– Betsabé, de
la que abusó David, era una mujer de buena reputación. Quedó expuesta a que la
llevaran a tribunales, conforme exigía la ley, y que fuese ejecutada a
pedradas.
– David era
un rey a quien Dios había encargado la espada de la justicia y la ejecución de
los criminales conforme a la ley de Dios. Ahora él no era solo adúltero, sino
violador, mentiroso, asesino. Sin mencionar que era el ejemplo a seguir para
sus hijos, sus súbditos y todo Israel.
El pecado es
como una bola de nieve, mientras le demos rienda suelta arrastra a todos al
desastre. Lo que empezó siendo un pecado provocado por la pasión (la carne)
terminó siendo un pecado avivado por el mal (Satanás) en un plan fríamente
calculado que condujo al asesinato de un hombre inocente. Oración.
«Padre de la
gloria no permitas que entre en la tentación, Cristo es mi vida y mi verdad,
ayúdame a no olvidarme de tu amor, líbrame del pecado y de la muerte que éste
genera. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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