La verdad nos hace libres
“y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32
“Jesús le
dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí.” Juan 14:6
“Pero yo os
digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por
cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
Juan 16:7-11
Hay una gran
verdad que es desconocida por todo aquel que no ha escuchado el mensaje de
salvación, y es, su verdadera condición delante de Dios y en el mundo, pues el
Señor Jesús en sus últimos días aquí en la tierra dijo lo que leímos ahora en
Juan 16:7-11, donde dice que cuando el Espíritu Santo viniera convencería al
mundo de tres cosas: de pecado, de justicia y de juicio; pues les revelaría
claramente a qué se refiere esto y qué tiene que ver con cada uno de ellos.
Pero aquí también hay algo fundamental para todo creyente, y es que a través de
nosotros, que tenemos al Espíritu Santo, es que les es enseñada o anunciada
esta gran verdad a todo no creyente.
Y
básicamente lo que el Señor Jesús quiere que toda persona conozca y reconozca
es lo siguiente:
Primero, su
condición de pecador delante de Dios y su incapacidad de hacer todo lo que Él
manda; pero, así mismo, que la única manera de ser perdonado por Dios y libre
de la esclavitud del pecado es creyendo en Jesús, conforme lo declara la
Escritura en muchas ocasiones, entre ellas Hechos 10:43 que dice “De este dan
testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán
perdón de pecados por su nombre.”
Segundo, que
Dios ha declarado una sentencia para que se haga justicia por el pecado que
cada persona cometa, la cual es la muerte, pero que, así mismo, somos librados
de esa condena si aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador; dice Romanos
3:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Tercero, que
el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado, por ende, toda persona que acepte
la autoridad y majestad de Jesucristo es libre de la potestad del diablo, en la
cual nos encontrábamos esclavos; dice Colosenses 2:15 “y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en la cruz.”
Así que,
conociendo el impacto y la importancia que tiene esta gran verdad para la vida
de toda persona, no podemos callar; gracias a que alguien alguna vez nos
compartió del poder, amor y autoridad de Jesucristo, es que nosotros tuvimos la
oportunidad de creer y ser libres de todo esto que vimos, por lo que, no nos
queda más que, en el poder del Espíritu Santo, anunciar esta importante verdad. Oración.
«Señor, nunca
imaginé todo lo que, por tu gracia, hiciste por mí aun cuando yo era pecador;
no me queda más que, por gratitud a ti y compasión a mi prójimo, anuncie y
testifique de lo que tú también has hecho por cada uno de los que todavía no te
conocen. Te pido lo único que necesito, y es la llenura de tu Santo Espíritu,
para poder hacerlo con poder y autoridad, en el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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