Viviendo
bajo tu amparo y protección
“En Jehová
Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él
entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él,
sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová
estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. Él se rebeló contra el rey
de Asiria, y no le sirvió”. 2 Reyes 18:5-7
Esta porción
de la Biblia muestra a un hombre que por buscar primeramente a Dios fue
bendecido y prosperado. Se trata de Ezequías, coronado rey a los 25 años, quien
asumió el cargo muy joven y entendió el propósito de Dios para su pueblo Judá
que se encontraba en muchos problemas, había hambre, violencia, muerte y mucha
frialdad espiritual, nada ajeno a nuestra realidad de hoy. Pero este rey tomó
una decisión y puso su esperanza solo en Dios, lo siguió sin vacilación y no se
apartó de sus mandamientos obedeciéndolo en todo. Esto hizo mover el corazón de
Dios a su favor por lo que dice “Y Jehová estaba con él; y adondequiera que
salía, prosperaba”.
Cuando somos
determinados con Dios, Él respalda nuestras decisiones. Ezequías hizo un pacto
con el Dios Eterno, en 2 Crónicas 29:10 dice “Ahora, pues, yo he determinado
hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor
de su ira”. Abrió las puertas de la casa de Dios que habían permanecido
cerradas e hizo que todos le buscaran, oró por su pueblo según 2 Crónicas 30:20
“Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo”. Dios mueve su mano poderosa cuando
le invocamos con sinceridad e intercedemos fervientemente por las necesidades
de otros. Jesús dice en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. El secreto de ser
bendecidos y recibir respuestas está en colocar al Señor en primer lugar en
nuestros corazones.
Ezequías
hizo que Dios se inclinara a su favor porque todo lo hizo de corazón. Miremos 2
Crónicas 31:21 “En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de
acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo
corazón, y fue prosperado”.
Viendo este
gran testimonio ¿qué debemos hacer nosotros? Pensemos primero qué problemas hay
en nuestra casa, qué sucede en nuestra familia o en nuestro entorno, quizá la
razón más grande es que las personas se han alejado de Dios y no están viviendo
bajo su amparo y bendición. Sabemos que la mejor manera de ayudarlos es que
conozcan de Él y le entreguen su vida, así como Ezequías lo hizo. Hagamos un
pacto con Dios de buscarlo de ahora en adelante como nuestra prioridad para que
cambie nuestros problemas en bendición, traiga descanso a nuestras almas,
sanidad a nuestro cuerpo y paz en medio de las dificultades. Hoy más que nunca
necesitamos abrir las puertas de nuestra vida y de nuestra casa al Señor, para
que pueda estar a nuestro lado y llevar a nuestra familia y conocidos a que lo
busquen de corazón, solo así veremos bendición y respuestas a nuestras
necesidades. Oración.
«Señor
Jesucristo, ayúdame a ser fiel a Ti, a confiar y poner mi esperanza en tu
Palabra, a entender que una vida obediente trae bendición, y a tener certeza de
que estás a mi lado en los momentos difíciles para ayudarme, levantarme y
sostenerme. Quiero que seas el primero en mi corazón, Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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