Jesús está pasando junto a ti
Pero una
mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido
mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado,
antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la
multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré
salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que
estaba sana de aquel azote.” Marcos 5:25-29
“Y él le
dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”
Marcos 5:34
¿Has
intentado todo por tu salud, tu paz o tu felicidad y nada has logrado?
No es
momento de desfallecer, Jesús está pasando por tu lado, tan solo toca el borde
de su manto.
Vemos en la
Palabra de Dios, hoy, la historia de una mujer que había sufrido de una
enfermedad durante doce años, y dice la Biblia que lo había intentado todo,
había gastado todo su dinero tratando de hallar sanidad, pero cada día
empeoraba más; a pesar de esto, ella, al oír hablar de Jesús tuvo fe, creyó que
tan solo con tocar su manto sería sana; así que, a pesar de la multitud,
persistió y con fe extendió su mano; enseguida el milagro de la salvación, la
sanidad y la paz, ocurrió.
Y tú ¿cuánto
tiempo, dinero y vida has gastado poniendo tu fe en cosas pasajeras, finitas y
terrenales, o quizás en personas con las mismas limitaciones tuyas? ¿Esperas algo
extraordinario y sobrenatural creyendo en supersticiones sin fundamento?
Pues bien,
ese Jesús que sanó de inmediato a aquella mujer enferma por doce años, es el
mismo que hoy está pasando por tu lado; el Unigénito Hijo de Dios que no estimó
ser igual a Dios, sino que se hizo hombre para morir en una cruz y darte
salvación, sanidad y paz, te está buscando. No importa cuál sea tu condición,
qué tanto tiempo lleves así o qué tan lejos te sientas de Él; solo es necesario
extender tu fe, creer que Él puede y quiere hacerlo. Jesús no tiene límites ni
preferencias; Él murió por ti y por mí en esa cruz; es tu amigo y su vida dio
por ti, te ama y no te quiere ver derrotado, enfermo y esclavo.
Así que, te
invito para que lo aceptes en tu vida; cree que Dios lo envió al mundo para que
tú tengas vida eterna, sanidad, paz y toda plenitud (Juan 3:16, Isaías 53:5,
Colosenses 2:8-9).
El Señor
Jesús te dice: lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios;
basta con que así lo creas, porque al que cree todo le es posible (Lucas 18:27,
Marcos 9:23). Oración.
«Poderoso
Dios, has venido a buscarme muchas veces, has pasado por mi lado y no he salido
a tu encuentro; le he dado más importancia a otras personas y cosas, perdóname
Señor. Hoy no quiero ser indiferente, quiero extender mi fe y poner mi
esperanza solo en ti. Te pido que hagas de mi vida según tu voluntad, toma el
control y guíame, en el nombre de Jesús. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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