martes, 25 de mayo de 2021

Sencillez para creer en el evangelio

 


Sencillez para creer en el evangelio

“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”, Lucas 10:21-24

Qué hermosa porción de la Palabra de Dios para que meditemos hoy. La oración de Jesús, donde manifiesta la relación que atesora con el Padre celestial y cómo se regocija en el Espíritu dando gracias a Dios por la misión exitosa de los setenta discípulos que envió a predicar, resalta la sencillez con la que aceptaron el evangelio, la manera en que conocieron a Jesús y se dejaron llenar de su gracia. No como muchos que se creen sabios y endurecen el corazón a su Palabra.

1 corintios 1: 26-27 dice: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”. El Señor no escoge hombres sabios y perfectos sino personas que estén dispuestas y se dejen formar para Él.

Por eso Dios, nos dio a los indignos una dignidad propia; a los que estábamos muertos en pecados, vida eterna; a los que no teníamos valor a los ojos del mundo, importancia; porque le costamos la sangre de su Hijo. El cristianismo redime y direcciona a las personas hacia una nueva posición espiritual. Como dice Colosenses 3:2-3 “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.

Para que sus discípulos pudieran hablar de Dios, lo que Jesús hizo fue mostrar a Dios a través de su vida, su mente y su corazón. Él es la consumación de toda la historia, es el que todos los profetas anunciaron y el que todos los santos y reyes esperaban. Ellos tuvieron el privilegio de ver y oír al Mesías en persona, por eso Jesús los llamó bienaventurados. Si queremos saber cómo es Dios, sólo debemos acercarnos a Cristo y conocerlo a través de su Palabra. Que el Señor pueda decirnos: “bienaventurados los que no vieron y creyeron” Juan 20:29b

El Señor desea que nuestra mente sea como la de un niño, abierta y llena de confianza para recibir su Palabra, que tengamos ojos y oídos para escuchar su verdad. Mientras más claramente dependamos de la enseñanza, ayuda y bendición del Hijo de Dios, más conocidos seremos del Padre y del Hijo; más bendecidos seremos para ver su gloria a través de nuestras vidas en este mundo.  Oración.

«Señor gracias por el gozo que sientes cuando en el poder de tu Espíritu me dejo usar para llevar las buenas nuevas, predicar lo que los profetas anunciaron y que se cumplió plenamente en ti, que eres el Mesías que vino a este mundo para redimirlo. Sólo en ti tenemos salvación y vida eterna. Dame denuedo para hablar y mostrar al mundo que puedes transformar vidas para tu gloria y honra. En Cristo Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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