El perfil de un vencedor
“Más a Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento”. 2 corintios 2:14
“Más gracias
sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo”. 1 corintios 15:57
Los
creyentes no demostramos un falso optimismo, nuestro espíritu vencedor es
gracias a la victoria genuina que Jesucristo realizó sobre el pecado, y porque
Él invadió el dominio de la muerte y le robó su aguijón. Podemos apropiarnos de
ese triunfo logrado con su sacrificio y atestiguar a través de nuestra vida,
cuando decimos: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte”. Romanos 8:2
Sabemos que
la consumación final de su victoria sobre la muerte será en su Segunda Venida,
cuando en los eventos futuros El Señor lleve a cabo su propósito final en esta
tierra, sucesos que nosotros no podremos evitar porque son parte del plan de
Dios, lo que podemos hacer es vivir firmes en la doctrina y activos en su obra,
de tal manera que permanezcamos en Cristo. Estamos seguros que la voluntad de
Dios para cada uno de nosotros será completada hasta el fin como dice
Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Por eso no
debemos rendirnos, ni dejar de creer en lo que Dios hará cuando veamos que las
cosas no salen como esperábamos. La clave es apropiarnos de nuestro espíritu
vencedor y enfrentar lo que está delante de nosotros, porque un triunfador en
Cristo se niega a cansarse, continúa haciendo el bien, reconoce cuando es el
tiempo, está comprometido en cosechar y no se deja desanimar por las
circunstancias. (Gálatas 6:9)
Recordemos
que el Gran Yo soy vive en nosotros y es el que nos da el poder para vencer.
Cuando Él ocupe siempre el primer lugar en nuestra vida, desarrollaremos un
carácter como el suyo, entendiendo que tiene todo bajo su soberanía y control.
Llenémonos de su sabiduría, vivamos vidas bendecidas que influencien a aquellos
que nos ven y nos escuchan. Caminemos en victoria porque Jesús ya ha vencido al
mundo por nosotros. Oración.
«Señor mi
Dios, mi gran Yo Soy, hoy quiero vivir una vida bendecida, la buena vida que
has planeado para mí, ayúdame a tener un espíritu vencedor, entendiendo que ya
me entregaste tu victoria en la cruz sobre el pecado y la muerte. Quiero
caminar contigo, fijando siempre mis ojos en ti para no cansarme ni rendirme
porque ya venciste. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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