Soberanía
del Dios nuestro
“Porque de
él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los
siglos. Amén” Romanos 11:36
En la
revelación de la palabra de Dios que nos ha sido hecha por su Santo Espíritu,
podemos afirmar de todo corazón como el apóstol Pablo: “Pues aunque haya
algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos
dioses y muchos señores), para nosotros sin embargo, solo hay un Dios, el
Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,
Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de
él.” (1 Corintios 8:5-6)
Todo nos
conduce a Jesucristo, el Hijo de Dios, como fuente y razón de todo lo que
existe, su misma palabra nos revela algo fundamental: “Porque así como la mujer
procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de
Dios.” (1 Corintios 11:12) Y así como se explica lo nuestro, también se explica
lo del huevo y la gallina y lo del árbol y la semilla. “Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas
las cosas, y todas las cosas en él subsisten;” (Colosenses 1: 16-17)
La soberanía
de Dios sobre todas las cosas creadas será manifestada en los tiempos del fin
como está establecido: “Y todo lo creado que está en el cielo, y sobre la
tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos
hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza,
la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis
5:13)
Por el gran
amor y la gran misericordia de Dios y por la gracia que nos ha sido dada en
Cristo Jesús, hijos somos de ese Dios soberano, Todopoderoso y Eterno;
apropiémonos de esa identidad y vivamos conforme a ella para honra y gloria de
Dios y para bendición de nuestras vidas.
Oración.
«Padre,
Señor y Dios nuestro, soberano y perfecto; en el principio creaste los cielos y
la tierra y tú eres el principio; de ti, por ti y para ti son todas las cosas;
y en ti vivimos, nos movemos y somos; dueño eres Señor de la tierra y toda su
plenitud, del mundo y todos los que en él habitan; todo lo que quieres se hace
en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos; grande y
maravilloso eres tú Señor; todo honor, toda honra, toda gloria, toda adoración,
toda alabanza sean para el Dios único y verdadero, todopoderoso y eterno. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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