La prueba y
la salida
“Porque la
muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para
exterminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.” Jeremías
9:21
“Habla: Así
ha dicho Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol sobre
la faz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja.”
Jeremías 9:22
“Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14
El mundo y
todos los habitantes de la tierra estamos viviendo momentos de terrible
incertidumbre acerca de lo que acontecerá durante lo que resta de esta pandemia
y de lo que será la vida en el mundo después de ella. Confinamiento, muerte,
depresión, angustia, desesperación, lucha, esfuerzo, pérdidas, desempleo,
hambre, ira, violencia, amor, emprendimiento, renovación y tantos otros
pensamientos, sentimientos y cosas que inquietan el espíritu, el alma y el
cuerpo.
Como dice la
Palabra, la muerte ha subido por nuestras ventanas, no ha discernido entre
niños, jóvenes y viejos; ciudades y países donde los hombres muertos han caído
como estiércol, como manojo tras el segador y no ha habido quién los recoja. Y
respecto a la causa de esta calamidad dice el Señor: “¿Quién es varón sabio que
entienda esto? ¿Y a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo?
¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, hasta no
haber quien pase? Dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de
ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;” (Jeremías
9:12-13)
Pero Dios,
nuestro Dios, que es tardo para la ira y grande en misericordia, nos dice, a
quienes tememos e invocamos su Santo, Santo, Santo nombre, lo que debemos hacer
para que nuestra tierra sea sanada: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual
mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14) Oración.
«Padre,
Señor y Dios nuestro, tú llamas a tu pueblo, sobre el cual tu nombre es
invocado, para orar y buscar tu rostro, para convertirse de sus malos caminos y
así tú los oigas desde los cielos, perdones sus pecados y sanes su tierra. Hoy
Padre amado, escuchamos tu llamado, clamamos a ti, buscamos tu rostro y
misericordia para que teniendo compasión de nosotros y de todo el mundo azotado
por esta pandemia, nos tengas compasión, perdones nuestros pecados, apartes tu
ira y sanes nuestra tierra. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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