Señor: Examiname, pruebame y guíame
“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay
en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” Salmos 139: 23-24
En el
proceso de transformación de nuestras vidas que el Señor hace a través de su
Santo Espíritu, a partir del momento en que recibimos a Cristo Jesús como
nuestro Señor y Salvador personal, debemos estar dispuestos, libre y
voluntariamente a ser examinados, probados y guiados por el Señor porque este
proceso es el produce en nosotros el crecimiento espiritual y esa disposición
se fortalece en la medida de nuestra fe por el conocimiento y entendimiento de
la palabra de Dios.
Debemos
disponernos para que Dios nos examine y conozca nuestro corazón “Porque del
corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (San Mateo
15:19) y porque “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) y porque “Bienaventurados los de limpio
corazón, porque ellos verán a Dios.” (San Mateo 5:8)
Debemos
disponernos para ser probados por Dios para que conozca nuestros pensamientos y
vea si hay en nosotros camino de perversidad. “Porque el Dios Justo prueba la
mente y el corazón.” (Salmos 7:9 b) “El crisol para la plata, y la hornaza para
el oro; pero Jehová prueba los corazones.” (Proverbios 17:3) “Así que, cada uno
someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo
respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.”
(Gálatas 6:4)
Debemos
disponernos para ser guiados por Dios en el camino eterno: “Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de
rectitud.” (Salmos 143:10) “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia
hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.” (Salmos 16:11)
Conociendo y
entendiendo el propósito de este proceso en nuestras vidas, ¡Oh! Señor,
dispuestos estamos en espíritu y en verdad a que nos examines, nos pruebes y
nos guíes a todo lo largo de esta vida, y que en tu amor y misericordia nos
permitas vivir. Oración.
«Padre
Santo, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, sabemos por tu
palabra en la que hemos creído que tú eres Señor de Señores y como tal respetas
el libre albedrío que nos diste y por ello pones delante de nosotros camino de
vida y camino de muerte, por tu misericordia hemos escogido el camino de vida
del cual Jesucristo es el Señor y queremos allegarnos más y más a ti para que
tú te allegues a nosotros y para ello te pedimos Señor que nos examines, nos
pruebes y nos guíes para corregir todo aquello de nosotros que no sea agradable
a ti, todo aquello que sea obstáculo para nuestra comunión contigo. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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