Quebrantados,
enlazados y presos
“La palabra,
pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato,
renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá;
hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.”
Isaías 28:13
La palabra
de Dios, tiene una estructura en la biblia conducente a cumplir el propósito
espiritual para el cual el Señor nos la ha dado: Mandamiento tras mandamiento,
al igual que, renglón tras renglón, no indica que los mandamientos y los
renglones van uno a continuación de otro, pero tienen un mismo valor
espiritual. A diferencia de mandato sobre mandato y línea sobre línea, en las
que hace referencia a una jerarquía, es decir donde un mandato o una línea son
superiores, espiritualmente, a otro mandato u otra línea. Esto se hace evidente
en la práctica cuando escudriñamos la palabra o, para realizar un estudio
bíblico o preparar una prédica; al igual que en la medida de nuestro
crecimiento espiritual.
Además nos
dice que un poquito allí, otro poquito allá; una línea de la palabra de Dios
puede conformarse con apartes de uno, varios o muchos libros de la Biblia tanto
del antiguo como del nuevo testamento y este es uno de los aspectos más
maravillosos de la Biblia, que siendo un conjunto de libros escritos por
diferentes autores en un período de tiempo que supera los 1500 años, guarda una
unidad de pensamiento porque “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra” (2 Timoteo 3:16-17)
Caer de
espaldas es la forma más indefensa en la que puede caer una persona, por eso la
palabra de Dios, en la medida en que nos es revelada, poco a poco nos va
llevando a ese punto de indefensión, por falta de argumentos que pudiéramos
tener ante la verdad que nos es revelada; es como si cayésemos de espaldas ante
tanta claridad y perfección. Asimismo, al llevarnos a la confrontación de
nuestro vivir y de nuestro obrar frente a lo que la Palabra de Dios establece,
nos quebranta; luego nos abraza para no apartarnos de ella y finalmente
quedamos sujetos a ella, por eso nos pregunta: “¿No es mi palabra como fuego,
dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?” (Jeremías 23: 29) Oración.
«Padre,
Señor y Dios nuestro, por tu infinito amor has tendido sobre quienes creemos en
Cristo Jesús, esos lazos de amor de tu palabra revelada, que poco a poco nos va
llevando, espiritualmente, a caer de espaldas y ser quebrantados enlazados y
presos, porque tu palabra es la verdad que nos hace libres del mundo, del
pecado y de la muerte y, al conocer a través de ella tu magnificencia, tu
poder, tu amor y tu misericordia; ciertamente sentimos que caemos de espaldas y
somos quebrantados, enlazados y presos. Gracias Señor por este privilegio.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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