Omnipresencia
y Omnisciencia de Dios
¿Se ocultará
alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice
Jehová, el cielo y la tierra?” Jeremías 23:24
Es curioso
observar en todos los vídeos de robos, asaltos y crímenes; que diariamente
vemos en la televisión en las que graban a los delincuentes en los momentos en
que están haciendo sus fechorías, como ellos miran a todos lados para detectar
si alguien los está observando, pero nunca miran hacia arriba, nunca piensan en
que siempre están bajo la mirada del único que hace verdadera justicia y que
paga a cada uno conforme a sus hechos. “Porque sus ojos están sobre los caminos
del hombre, y ve todos sus pasos. No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se
escondan los que hace maldad.” (Job 34: 21-22)
Quienes
hemos creído en Jesucristo y permanecemos en su palabra, nos identificamos
plenamente con el salmista cuando dice: “Oh Jehová, tú me has examinado y
conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde
lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis
caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí,
oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste
tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo
puedo comprender.” (Salmos 139: 1-6)
A todo aquel
que pretende buscar un escondrijo en el mundo para esconderse de Jehová, Él
mismo le advierte en su poderosa palabra: “¡Ay de los que se esconden de
Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién
nos ve, y quién nos conoce?! Vuestra perversidad ciertamente será reputada como
el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: ¿No me hizo? ¿Dirá la
vasija de aquel que la ha formado: ¿No entendió?” (Isaías 29: 15-16)
Ante la
omnipresencia y la omnisciencia de Dios nada hay oculto: “Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están
desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (hebreos
4:13) Oración.
«Padre
nuestro que estás en los cielos, Creador, Dios y Señor de todo lo que existe;
cuando andaba en tinieblas y hacía lo que a conciencia sabía que era malo,
buscaba hacerlo en oculto, buscaba escondrijo para ocultar mi mal, ahora en tus
caminos sé que de todo y de todos podré ocultarme, pero no de ti. Sé que eres
omnisciente y puedes ver no solamente lo pasado, lo presente y lo porvenir sino
también lo más profundo y oculto de mis pensamientos, sentimientos, hechos y
deseos; esto es demasiado maravilloso para mí porque me lleva a pensar ¿qué
sentido tiene tratar de ocultarte algo? Gracias Señor porque eso es parte de la
gran obra que por tu Espíritu has hecho en mi vida. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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