Verdaderos
adoradores
“Mas la hora
viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren.” Juan 4:23
El hombre
desde el inicio de los tiempos siempre ha estado buscando algo o alguien a
quien adorar, siempre y cuando sea mayor o mejor que él, buscando de esta
manera su vida espiritual, pero evidentemente aquí hay algo mal y es que solo a
Dios debemos adorar, dice la Biblia que solo el Creador es digno de adoración,
las criaturas no (Romanos 1:25).
Cuando se
nos habla de adorar a Dios inmediatamente pensamos en cantar para Él, pero
claramente esto se queda corto para todo lo que conlleva una verdadera
adoración; podemos iniciar diciendo que la adoración es nuestra respuesta a
Dios por su incomparable amor hacia nosotros.
Para lograr
una verdadera adoración a Dios, es importante saber que debe existir una
relación personal con Él a través de la fe y basada en la obediencia, es decir,
hacer las cosas como Él nos dice y no como nosotros pensamos que están bien,
confiando en su voluntad. Para entender mejor esto vamos a ver dos ejemplos de
adoración que agradaron a Dios, el primero es la historia de Caín y Abel, los
cuales llevaron cada uno su ofrenda a Dios pero solo la de Abel le fue
agradable porque él la hizo como Dios mandaba y no como él pensaba, lo hizo por
fe (Hebreos 11:4); el segundo ejemplo lo encontramos en Génesis 22:1-13, que es
cuando Dios ordena a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac, y él por fe y en
obediencia se dispuso a ir y adorar al Señor (Hebreos 11:17-19) (Génesis 22:5),
aunque finalmente Dios le dice que no lo haga porque vio que él verdaderamente
le iba a obedecer (Génesis 22:12).
Entonces, lo
que podemos notar con esto es que los verdaderos adoradores son aquellas
personas que desean por fe y de manera fiel obedecer a Dios, agradarlo en todo
tiempo, bajo cualquier circunstancia o actividad, pero esto solo se logra a
través de una relación personal con Él y por medio de su Espíritu Santo que
mora en nosotros. Oración.
«Padre de la
gloria, gracias por tanto amor al enviar a tu Hijo a morir por mis pecados,
permíteme poderoso Dios que pueda corresponder a tan inigualable acto con una
vida de constante adoración a ti; Tú buscas adoradores en espíritu y en verdad,
que por la fe en lo que Tú nos dices y mandas te obedezcamos de manera
espontánea y continua, por lo que te pido que cada día seas transformando mi
manera de pensar, de hablar y de actuar para que sean conforme a tu voluntad,
en el nombre de Jesús, Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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