Es con
misericordia y verdad que se corrige el pecado
“Con
misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los
hombres se apartan del mal.” Proverbios 16:6
“La lengua
de los sabios adornará la sabiduría; más la boca de los necios hablará
sandeces.” Proverbios 15:2
Es quizá una
de las cosas más difíciles para nosotros como personas, el corregir o amonestar
con “misericordia y verdad” a quien nos ofende, pero si es así de complicado es
porque también será así de recompensado y todo parte del principio básico de
obedecer a Dios para comprobar cómo nos va bien en todo lo que hacemos (Josué
1:8).
Cuando
nosotros somos testigos del pecado de otra persona no podemos ser necios y caer
en su error; por ejemplo, cuando alguien te habla grosera o iracundamente, tú
no puedes responder de la misma manera porque estarías siendo necio y además
participe de su pecado, pero si por el contrario respondes suavemente, con
humildad, paciencia, misericordia y verdad estarás siendo sabio y corrigiendo
su pecado como Dios manda (Proverbios 16:6). Adicional a esto, es importante
también recordar que la única manera sabia y segura en que nosotros podemos
corregir y persuadir a otra persona para que se aparte del mal y deje de actuar
de manera necia, es con la enseñanza de la verdad de Dios (infundir en ella el
temor a Dios), debemos tener claro que la única Palabra poderosa para hacer que
un alma se convierta de sus malos caminos, no es la nuestra sino la perfecta
ley de Dios (Salmos 19:7); es la Palabra viva capaz de discernir los
pensamientos más íntimos y las intenciones más profundas del corazón de una
persona (Hebreos 4:12).
Así que,
querido hermano en Cristo, es hora de dejar de actuar en tus fuerzas y tu
sabiduría, permite que sea Dios a través de su Palabra quien te moldee
primeramente a ti para poder responder con misericordia y verdad ante una
ofensa; luego, Dios te usará para que ores por tu ofensor e inicies una sabia
enseñanza de su Palabra, infundiendo en él, el temor del Señor que es limpio y
permanece para siempre (Salmos 19:9). Oración.
«Papito
Dios, has sido tan misericordioso conmigo; cuantas veces me caigo, Tú me
levantas, tantas veces te fallo, Tú me perdonas y me corriges; te pido Padre
Santo, que me permitas comprender que, así como eres Tú conmigo, debo ser yo
con mi prójimo, en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario