Confiar en
el Espíritu Santo
“Y nosotros
no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,” 1 Corintios 2:12
El Espíritu
Santo, la tercera persona de la trinidad, mora en cada uno de nosotros y una de
sus tareas es enseñarnos o revelarnos lo que dice la Palabra de Dios, puesto
que ésta solo se puede entender espiritualmente (1 Corintios 2:14) y como gran
parte de lo que ella dice son principios que podemos aplicar a nuestra vida
cada día, entonces, es super importante aprender a confiar en Él para que nos
ayude a vivir sus enseñanzas.
Cada uno de
nosotros, de manera individual, tenemos cosas específicas en las cuales nos
cuesta confiar en la guía del Espíritu Santo; para algunos puede ser difícil
confiar y aceptar la Palabra que nos dice “Airaos, pero no pequéis; no se ponga
el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4:26); para otro puede ser “No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu” (Efesios 5:18); también cuando nos dice “No ames el sueño, para que
no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te saciarás de pan.” (Proverbios 20:13); o
quizá “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte
cuando fuere tiempo;” (1 Pedro 5:6).
Hermanos,
cada uno de estos principios son igual de importantes porque hacen parte de la
buena, perfecta y agradable voluntad de Dios para nuestra vida, no podemos caer
en ser selectivos con su guía, porque es de esa manera sutil como le quitamos
el control a Dios sobre nosotros y cambiamos el confiar en el Espíritu Santo
por confiar en la carne, en nuestras ideas y sentimientos; lo que
indudablemente nos llevará a darle lugar al diablo que como león rugiente anda
buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).
Así que,
como dice su Palabra “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros.” (Santiago 4:7).
¿Y tú, has
decidido confiar totalmente en el Espíritu Santo? Oración.
«Padre
Celestial, por el amor con que me has amado, primero te ruego que no permitas
que en mi vida haya carencia de él hacia mi prójimo. Eres fiel, misericordioso,
bondadoso, tierno y lleno de gracia. Me has revelado que tu amor ha sido
derramado en mi corazón por tu Espíritu, quiero seguir su guía y no confiar en
mis pensamientos y sentimientos. En el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario