Tu valor te
lo da el Padre
“sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”
1 Pedro 1:18-19
“Y Jehová
respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el
hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1
Samuel 16:7
¿Alguna vez
nos hemos visto encerrados en las presiones de los estereotipos que presenta el
mundo?
Hoy en día
el tema de cómo nos ven los demás se ha convertido en lo que nos da valor o
importancia, pero claramente vivimos frustrados, deprimidos, amargados, sin
autoestima y con una guerra difícil de ganar puesto que cada vez cambian y
aumentan más los requisitos del mundo para que llegues a ser una persona
reconocida, valiosa, importante o exitosa. Hermano, si tú todavía batallas con
esto es porque evidentemente te hace falta conocer tu verdadera identidad y
afirmarte en ella.
Tú como hijo
de Dios eres la persona más afortunada y bendecida que pueda existir, tu mayor
valor te lo da el hecho de ser el hijo del gran Rey y Señor.
¿Sabías que
eres la luz del mundo? Imagínate que hay muchas personas que van perdidas por
un camino muy oscuro y de repente llega una luz a aclarar y orientar su
caminar, ¿será que esto tiene valor para ellos?, pues esa luz eres tú como hijo
de Dios en medio de este mundo de tinieblas (Efesios 5:8).
¿Sabías que
tienes libre acceso al Padre? Piensa por un momento en la más difícil situación
que se te pudiera presentar ¿qué harías, ¿cómo la solucionarías? Pues tú como
creyente en Cristo tienes entrada directa a la presencia de tu Dios y Padre,
aquel que todo lo puede, todo lo ve y puede estar en todas partes al mismo
tiempo (Efesios 2:18).
¿Sabías que
el Espíritu de Dios mora en ti? Eres tan importante para Dios que desde el
momento que tú crees en Cristo Él decidió habitar en ti por medio de su Santo
Espíritu, para que recibieras poder y fueras su testigo donde quiera que tú
estés (Hechos 1:8).
Así que, es
hora de dejar de pelear, batallas sin sentido ni propósito, contra el mundo y
contra ti mismo, mejor esfuérzate por conocer y afirmarte cada día más en la
identidad que te da Dios, tu Padre Celestial; recuerda que tu valor depende
únicamente si tienes a Cristo en tu corazón, pues Dios ve lo que hay en él y no
lo que hay en tus bolsillos o tu físico, además Él te rescató con la preciosa
sangre de su Hijo y no con cosas corruptibles como oro o plata. Oración.
«Papito
Dios, me has rescatado de mi vana manera de vivir con la preciosa sangre de tu
Hijo amado, me llamaste de mis tinieblas a tu luz admirable y me has adoptado
como tu hijo, lo que me hace realmente valioso e importante; te pido Padre, que
no permitas que nada ni nadie robe mi valor y seguridad en ti y que me guardes
como a la niña de tus ojos, en el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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