domingo, 24 de enero de 2021

Despierta en mi corazón

 


Despierta en mi corazón

“Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban. Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?” Lucas 8:22-25

Mientras ellos navegaban Jesús se durmió. ¿Fue esa tormenta algo que sucedió por casualidad?, o ¿fue algo que Dios en su divina providencia permitió para enseñarles algo a los discípulos? Con esa experiencia los discípulos tuvieron un conocimiento más profundo de Jesús. Esta es la única vez que se menciona que Jesús está durmiendo, en otros pasajes del evangelio se dice que estaba cansado del camino, que tuvo sed cuando le pidió de beber a la mujer samaritana, que tuvo hambre, etc. Esto muestra la humanidad de Jesús, pero también se puede sugerir que Jesús se durmió porque los discípulos estaban preocupados por sus asuntos y le prestaron poca atención a Él.

Cuántas veces peligramos en nuestra vida porque descuidamos nuestra relación con Jesús, por eso tenemos que acercarnos a Él y despertarlo en nosotros, porque el Creador de los cielos y la tierra es el que habita en nuestros corazones con toda plenitud, como dice Colosenses 1:19 “Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” y anhela que le dejemos entrar en la barca de nuestra vida para asumir totalmente el control.

¿Por qué a veces fracasamos? Porque nos falta fe, porque tenemos miedo de confiar todos nuestros asuntos a Dios, pero cuando lo hacemos, Él dará la orden para apaciguar nuestras olas de problemas, traerá gran bonanza, paz y seguridad a nuestra vida. Lo que antes era una tormenta brutal puede desaparecer y llegar a ser la calma.

Jesús está en nuestra vida para ayudarnos a sortear las tempestades de la vida. Quiere que aprendamos como Él a confiar en el Padre; su sueño tranquilo en medio del mar agitado nos da a entender su plena confianza en Él.   Oración.

«Señor Jesucristo, hoy me enseñas que sin ti las circunstancias de la vida se vuelven muy complicadas, si me alejo de tu presencia cualquier tempestad va a hacer sucumbir mi vida y me llenaré de temor. Quiero despertarte en mi corazón con una comunión íntima, continua y sincera que haga crecer mi fe y mi confianza en ti. Trae calma y paz en mi interior. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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