De vuelta a
Emaús
“Y he aquí,
dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta
estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que
habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús
mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados,
para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre
vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?” Lucas 24:13-17
“Enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:20
Cuando
Cristo murió en la cruz sus seguidores empezaron a dispersarse, habían pasado
tres días de su muerte y habían perdido toda esperanza; entonces, muchos
decidieron regresar a sus casas, estaban perdidos tratando de volver a su vida
de antes. Muchas veces nos sucede lo mismo, cuando nos encontramos confundidos,
cuando las cosas no salen como esperábamos, cuando nuestras expectativas
fracasan, nos volvemos atrás, dejamos de creer, pensamos que Jesús no puede con
nuestro problema, nos sumimos en la tristeza y la desilusión.
Estos dos
discípulos iban camino al ocaso y a veces, algunos creyentes dejan el camino a
donde iban con Jesús y regresan al pasado, vuelven a Emaús y se refugian en la
soledad, en sus tristezas, en el pecado y se apartan del Dios vivo; han perdido
el rumbo.
Pero Jesús
nuestro Pastor siempre está ahí para hacer que volvamos al redil, sólo Jesús
hace que las cosas tengan sentido aun en medio de la frustración, como estos
dos discípulos cuyos sueños e ilusiones se habían hecho añicos: “¡Y nosotros
que habíamos creído que Él era el que había de redimir a Israel!” Lucas 24:21
Pero, vino
Jesús y habló con ellos, despejó sus dudas, les aclaró las tinieblas en que
estaban y recobraron el sentido de vida. Cuando nos hallamos en oscuridad, que
nos impide ver a Jesús, es cuando en fe debemos acercarnos y contarle nuestra
situación, todo aquello que nos llevó de vuelta a Emaús. Tratemos de
escucharlo, es la única forma en que puede traer luz a nuestra vida y nos
muestre que en medio de lo que parecía un mal resultado estaba Él atento,
presente y al control. Sólo en Jesús podemos comprender lo que encierra la
vida. Oración.
«Gracias
Jesús porque tu promesa sigue vigente, “estarás conmigo todos los días hasta el
fin del mundo”. En este caminar a tu lado, necesito que me hables cuando dejo
de verte, porque estoy sumido en mi dolor, tristeza y frustración, no permitas
que pierda el rumbo y vuelva atrás, ilumina mi camino para comprender que solo
contigo, mi vida tiene un significado y un destino eterno. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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