Vistámonos
con manto de alegría
“a ordenar
que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo
en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán
llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Isaías 61:3
“Y vosotros
seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis
llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis
sublimes”. Isaías 61:6
“Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero
que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”. 1 Pedro 2:9-10
Isaías está
refiriéndose a Sion, el punto más alto de Jerusalén. Y aunque es un mensaje
directo a los judíos donde se les anuncia un tiempo de restauración donde se
les dará esplendor, gozo y alegría, este pasaje también está apuntando que
después del juicio de los finales tiempos, habrá alegría y canción; y en el
milenio toda la iglesia de Cristo reinará con Él.
Dice:
“ministros de nuestro Dios seréis llamados”, Israel va a ser un sacerdocio de
creyentes durante el Reino terrenal y esa fue la intención original de Dios con
su pueblo escogido cuando les dijo en Éxodo 19:6 “Y vosotros me seréis un reino
de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de
Israel”, pero por causa de su pecado e idolatría nunca lo lograron hasta ahora
que lo serán en el gobierno terrenal del Mesías. En aquellos días se acabarán
los odios raciales y ellos serán testigos genuinos de Dios.
Lo que
tenemos que entender es que nosotros los gentiles, su iglesia, seguiremos
honrando y sirviendo al propósito de Dios porque también hemos sido llamados y
escogidos como real sacerdocio y adquiridos como pueblo santo para anunciar las
virtudes de Cristo en este tiempo de gracia, hasta su regreso y vestirnos
también con manto de alegría. Dios quiere un pueblo que camine con Él en
oración, marche con Él en alabanza, le dé gracias y le adore.
La raíz
hebrea “atah” significa “manto” sugiere que la alabanza no es como una prenda
de vestir que usamos un día y otro no. Es una invitación a cubrirnos o
arroparnos de alabanza todos los días, de manera que no haya ningún hueco o
hendidura por donde pueda entrar el mal, el espíritu angustiado o el desaliento
a nuestras vidas en medio de las dificultades de la vida, por el contrario todo
debe ser cambiado por una vida abundante; en otras palabras por un manto de
alegría que debe caracterizar a los hijos de Dios y es el gozo que acompaña el
establecimiento del Reino del Mesías en esta tierra hasta que el vuelva.
¿Cómo está
tu espíritu en este día? ¿Angustiado o desalentado por los problemas?
Hoy es el
tiempo de vestirnos con el glorioso manto de alabanza que repele y sustituye
todo espíritu de pesadumbre, trayendo aliento y esperanza y alejando el temor y
la duda para servir al Señor como sus sacerdotes y ministros anunciando el
evangelio de salvación a todas las naciones.
Oración.
«Amado Dios,
gracias por haberme sacado de las tinieblas y trasladado al Reino de tu Hijo
Jesucristo, por haber tenido misericordia de mí y aunque soy gentil, ser ahora
parte de ese pueblo escogido, de ese real sacerdocio que has levantado con el
propósito de servirte, anunciar el evangelio y rendirte alabanza y adoración
para que todos los pueblos te conozcan. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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