Abre los
ojos de nuestro entendimiento
“¡Cómo
caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú
que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo;
en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del
testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al Altísimo” Isaías 14:12-14
“alumbrando
los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que
él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos”. Efesios 1:18
“Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por
cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”.
Juan 16: 8-11
La falsa
gloria y el orgullo que seduce a este mundo vienen de Satanás que lleva a los
hombres a sobreestimarse a sí mismos, de tal manera que llegan a pensar que no
necesitan de Dios, a independizarse de Él y a considerarse dioses. Como dice
Romanos 1:21, 25 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su
necio corazón fue entenebrecido……. ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual
es bendito por los siglos. Amén”.
El hombre
piensa así, coloca su voluntad por encima de la voluntad y el carácter de Dios
y esto lo lleva al pecado. Podemos imaginarnos entonces al ser humano
insignificante pero orgulloso en esta tierra, desobedeciendo abiertamente a
Dios y haciendo lo que desea. Jesús dijo en Juan 16:9 “El pecado del mundo
consiste en que el mundo se niega a creer en mí”. (NTV)
El Espíritu
Santo fue quien abrió los ojos de nuestro entendimiento, para que nos alumbrara
la luz de Cristo, nos mostró las mentiras del enemigo que trastornan a las
naciones, con filosofías erróneas, expectativas falsas acerca de Dios, de la
vida y mentiras acerca de nosotros; Él trae la verdad de Dios a nuestros
corazones, para que conozcamos a Jesús como el Hijo de Dios, cambia nuestra
visión espiritual para que veamos a Dios correctamente.
El
ministerio presente del Espíritu Santo en el mundo es convencerlo de pecado,
justicia y juicio, quiere producir evidencia a través del evangelio en los
corazones de los hombres, para traerlos a esta convicción, para que puedan
tomar una decisión frente a Dios, para que tengan fe y para que confíen en
Jesucristo como su Señor y Salvador, que es nuestra justicia delante de Dios.
Es una
experiencia hermosa y fructífera tener al Espíritu Santo como el maestro que
nos enseñe, pidamos hoy que nos dé espíritu de sabiduría y revelación para un
mayor conocimiento de Dios y pidamos por aquellos que todavía no creen en
Jesús. Oración.
«Señor Jesús,
llena mi vida con la presencia de tu Espíritu para crecer cada día en el
conocimiento de Dios. Hoy te pido por los perdidos, para que inundes de luz sus
corazones y puedan verte como su única esperanza, derriba todas las fortalezas
donde se esconden y quita el manto de mentiras en que están envueltos. Trae
Espíritu Santo convicción de pecado, justicia y juicio, enséñales la verdad,
desvanece todas las justificaciones que los apartan de ti y ten misericordia de
ellos. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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