Acceso
gratuito
“Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.”, hebreos 4:16
Tenemos
acceso gratuito a Dios, con toda confianza tenemos la libertad y acceso a Él,
gracias a la fe en Jesucristo (Efesios 3:12).
Antes no
podíamos acceder porque había un muro, una cortina que nos separaba de Dios (hebreos
10:20), nuestro pecado nos distanciaba del gozo del Altísimo, pero Jesús
ofreciendo su cuerpo como sacrificio nos abrió un camino nuevo y vivo: Él mismo
en nosotros.
Así que
recorramos este camino nuevo, yendo cada día a la presencia de Dios para
recibir misericordia, hallar gracia y el socorro que necesitamos al enfrentar
todas las vicisitudes de la vida. Entender y aceptar que ya no estamos solos es
una gran realidad que debe sacarnos del temor, de la esclavitud del pecado y de
una vida sin propósito alguno.
El Señor
Jesús declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí.” (Juan 14:6). Este camino que abrió con su sangre nadie puede ni
debe cobrar o pagar por él, porque es Cristo mismo, que vive y actúa en cada
uno de los que creemos en Él (Colosenses 1:26), quien nos otorga la capacidad,
la voluntad y la fuerza para permanecer y agradar al Padre, porque no podríamos
por nuestros medios atravesar el velo, ni recorrer el camino hacia el Padre.
Ya que
tenemos acceso gratuito al lugar santísimo, ¿hemos de estar entonces
preocupados o angustiados por algo? ¿Nos dejaremos vencer por algo, o que
alguna circunstancia nos haga vivir en derrota? Por supuesto que no. Oración.
Tu gracia,
Señor, es todo lo que necesito, no sólo me sostienes en tiempo de prueba o
dificultad, sino que me llenas de alegría, de nuevas fuerzas, por tanto, no
debo estar en derrota si puedo ir libremente a tus brazos de victoria y amor.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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